Re: WEBNOVELA"Novios por una semana" de Lindsay Armstrong Novios

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 11:52 am

Estaba amaneciendo cuando llegaron a las inmediaciones del aeropuerto de Sidney. Maite abrió los ojos, se estiró y miró a su alrededor. De repente, recordó la pesadilla de su última noche en Harvest Moon. —¿Es este…? Estamos en el aeropuerto —afirmó ella—. Mira, no esperaba que me trajeras hasta aquí. Podría haber tomado un tren. —¿Antes de que amaneciera? No lo creo. ¿Es aquí donde querías venir? — preguntó él, en tono muy seco. —Sí —respondió ella, mesándose los cabellos—. No podría haber mejor lugar para regresar a casa. —Entonces, bájate. Yo te sacaré el equipaje —replicó, bajándose él también. Sin embargo, cuando el equipaje de Maite estuvo en la acera y ella trató desesperadamente de encontrar algo que decir, William dijo: —Espera aquí. Voy a aparcar el coche. A estas horas, no creo que tarde más de un par de minutos. No te muevas, Maite. Ella se sentó encima de la maleta hasta que, como había prometido, William regresó a los pocos minutos. —No tienes por qué quedarte. Puedo… Sin embargo, él no le prestó atención. A los pocos minutos, ya le había reservado un asiento de primera clase en el primer vuelo a Brisbane, que salía al cabo de una hora. Luego, la acompañó a la sala de espera y le sugirió que tal vez quisiera utilizar el aseo. Maite se escapó agradecida y se lavó la cara, se arregló el pelo y trató también de poner en orden sus pensamientos. Cuando regresó, él ya había pedido café y unos bollos. —Gracias. Necesitaba esto, pero no tenías que… —Maite, si vuelves a decir eso, te prometo que te estrangulo. —Solo dos cosas, William —dijo ella, asombrada al ver que él no parecía cansado—. Tu madre tiene el anillo y no quiero tener ninguna relación con Clover. Nosotros, es decir, Goodman & Asociados, nos arreglaremos sin tus cuentas. —¿Por lo que dije? —Porque nunca debería haberme comprometido a esa clase de trato —replicó ella—. Porque ahora me encuentro moralmente en contra de aceptar cualquier cosa que venga de ti, William y me niego a que me compres. —Maite, hace cuatro horas, estabas entre mis brazos, haciéndome el amor como si… como si nunca antes hubieras sentido lo mismo —dijo él. Maite se encogió de hombros y tomó un sorbo de café—. ¿No quieres hablar de ello? —No —respondió ella, sin fuerzas para enzarzarse en explicaciones ni de lo que había pasado ni de lo que sentía. —¿Y las consecuencias?

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 12:01 pm

—No creo que pueda pasar dos veces, William y, matemáticamente, es muy poco probable. —¿Te refieres en la escala de probabilidades a Ginny y a ti, o al momento del mes? —preguntó él, irónicamente. —Al momento del mes. —¿Y no hay nada más que quiera añadir, señorita Florey? —No estamos en un juicio, William. Y tú, ¿hay algo más que quieras añadir? De hecho, sí, se me ha ocurrido algo que quiero decir —afirmó ella, antes de que él pudiera responder—. Si no te puedes sacar a Ginny Deacon del corazón, deja de torturarte a ti y a ella. Entonces, una ligera campanita anunció la salida del vuelo. Maite sintió con pánico que se acercaba la hora de lo que más temía, volar. —Oh, no. Esto es lo último que necesito en estos momentos. —Me aseguraste que era lo que querías. —Lo es, pero no he tenido tiempo de prepararme. —Todavía faltan veinte minutos antes del despegue. ¿Por qué no recuerdas lo valiente que fuiste conmigo? —añadió William, al ver lo abatida que estaba. —Eso es lo último que quiero… Bueno, tal vez tengas razón. Si lo consigo, todo irá a pedir de boca. Sí —añadió, levantándose con decisión y recogiendo su bolso—. De acuerdo, no tienes que acompañarme más, William. Sé qué puerta es, así que… despidámonos ahora. Siento que todo saliera tan mal, pero al menos ahora puedes regresar a Harvest Moon y ayudar a Mag a disfrutar de su boda. —Te acompañaré a la puerta, Maite. —Eso es solo prolongar la… —¿La agonía? —En absoluto. ¡Solo que no necesito que me lleves de la mano! —De acuerdo. No lo haré, pero voy a acompañarte al avión. —No te preocupes. No pienso volver a Harvest Moon y empezar de nuevo donde lo dejé todo, si es eso lo que te preocupa. —En absoluto. Después de ti, Maite. Ella empezó a andar con la cabeza bien alta hasta que llegaron a la puerta. Allí se detuvo y, al ver el enorme avión, tragó saliva. Entonces, empezó a rebuscar en su bolso para sacar el billete y la tarjeta de embarque. —Toma —dijo él, sacando los dos papeles de un bolsillo exterior que había en el bolso. Luego, la tomó entre sus brazos. —William —susurró ella, sintiéndose abrumada por los recuerdos. —Maite, puedes hacerlo. Y… me encantó hacer el amor contigo. Lo siento si te pensaste lo contrario. ¿Hay algo que te gustaría decirme?

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 12:07 pm

Ella abrió la boca, deseando ser sincera con él. Sin embargo, recordó a Ginny Deacon y en cómo la había dejado William cuando salió de su dormitorio, unas horas antes, desnuda, en evidencia… —No. Adiós, William. Estaré bien. Entonces, se soltó de él y se marchó sin mirar atrás. No obstante, cuando se sentaba en el asiento del avión descubrió que el lado bueno de William Dexter, en el que había confiado, seguía a su lado. Justo antes de despegar, la azafata se acercó a ella y se sentó a su lado. —Según creo, está un poco nerviosa. No tiene por qué estarlo. Hemos hecho esto tantas veces… —¿Cómo sabe? —preguntó Maite, atónita. —El hombre que estaba con usted me lo dijo. Y siempre ayuda tener a alguien con quien hablar. Por cierto, tiene un cabello rizado precioso.
Resultaba difícil creer que solo hubieran pasado cuatro días desde que salió de su apartamento. Había pasado tanto en aquellos días… Además, ¿cómo podía una mujer enamorarse en tan breve espacio de tiempo? A pesar de la hora que era, le parecía que lo mejor que podía hacer era meterse en la cama. Y así lo hizo, durante casi una hora, pero no consiguió dormir. Todo lo que había pasado no dejaba de darle vueltas en la cabeza. ¿Qué estaría ocurriendo entonces en Harvest Moon? ¿Qué explicaciones se habrían dado de su marcha? ¿Le habría contado Amelia sus confesiones a William? Probablemente no, a menos que Ralph hubiera elegido hablar, lo que no parecía probable. Además, reconocía que había sido muy inocente al pensar que Ralph no intentaría conseguir algo con ella. ¿Por qué si no había ido a aquella hora de la noche a llamar a su puerta? Sin embargo, tal vez su mayor error había sido continuar con aquella farsa durante tanto tiempo en nombre de su agencia. Y eso, según le parecía, era lo único que podía rectificar.
Cuando se despertó, el sol se estaba poniendo. Se había quedado dormida sin darse cuenta. Se levantó y se duchó y, tras prepararse algo de comer, fue a escuchar los mensajes que tenía en el contestador, que parpadeaba como un poseso. Todos los mensajes eran de amigos excepto uno, el último, que se había grabado justo antes de que ella llegara a casa aquella mañana. La secretaria personal de Stan Goodman le decía que Stan había tenido un ataque al corazón sin mucha gravedad, pero que las noticias que el propio William Dexter había comunicado aquella mañana sobre el hecho de que hubiera concedido a Goodman & Asociados las cuentas del vino y del champú le habían alegrado considerablemente. —¿Cómo? —susurró Maite—. ¡Oh, no!

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 12:16 pm

—¿Sabe lo del ataque al corazón de Stan? Eran las ocho de la mañana del día siguiente y Maite estaba en su despacho. La noche anterior, había hablado con Isabelle, la esposa de Stan, quien le había dicho que su marido saldría del hospital aquel mismo día. También le había dicho lo contento que Stan se había puesto al saber que tenían las cuentas y lo agradecido que le estaba a Maite —No —respondió Lucy White, la secretaria de Stan—. No le dije nada porque… bueno, no quise hacer nada que pusiera en peligro el trato. Es lo único que puede salvarnos y, además, tú eres la importante en esto, no Stan. —¿Qué dijo exactamente William Dexter? —¿Es que hay algún problema, Maite? —No, solo que me gustaría saberlo. Yo… me marché sin saber si lo tenía en el bote, por decirlo así. —Dijo, cuando le comenté que Stan no estaba disponible, que no importaba y que podía comunicarte a ti que estaba muy impresionado con las etiquetas que habías diseñado. Me dio un nombre para que nos pusiéramos en contacto con el departamento de contratos y alguien con el que comentar los diferentes vinos. Todo tiene que canalizarse a través de esta persona para que lo apruebe. Él no va a estar disponible durante un tiempo… ¡Esto es grande, Maite! Significa no solo etiquetas, sino publicidad en prensa y al final incluso televisión. ¡Eres muy lista! Vivian se sintió atrapada. No podía defraudar a Stan, el hombre al que le debía su carrera y que había sido un padre para ella. Tal vez con aquello, William solo quería ponerla a prueba. Tal vez su madre había hablado con él y le había hecho entender. Sin embargo, si le había dicho a Lucy que no iba a estar disponible, ¿no era aquello casi como decirle que ya no quería tener nada que ver con ella? Por consiguiente, tenía el precio que William le pagaba por haberse acostado con él, para hacerle sentirse como si él la hubiera comprado o simplemente para hacer constar que había cumplido su parte del trato. Incluso tal vez porque lamentaba lo ocurrido entre ellos. Fuera lo que fuera, su instinto le decía a Maite que no podía aceptarlo. No quería tener ninguna obligación con él. Entonces, se dio cuenta de que Lucy se había marchado, probablemente pensando que Maite se estaba concentrando en la campaña. También le había llevado una taza de té sin que ella se diera cuenta. De repente, tuvo que sujetarse la cabeza entre las manos y respirar profundamente. Como siempre le ocurría en tiempos de crisis, estaba empezando a sentir náuseas. Sabía perfectamente que no podía abandonar aquellas cuentas por Goodman, ni hacer que este las rechazara. Ni siquiera podía utilizar la enfermedad de Stan para negarse a llevar a cabo el proyecto. —Y si cree que he llegado hasta donde estoy en Clover acostándome con los jefes, que lo piense —murmuró.

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 12:22 pm

Se inclinó sobre la mesa y cerró los ojos, recordando lo que había pasado dos noches atrás. Cuanto más pensaba en aquel asunto, más se daba cuenta de que había estado a merced de un hombre muy atractivo y peligroso. Tanto si su motivación había sido derrotar a Ralph o llevarse algo a cambio por el contrato de Clover, Maite no encontraba respuesta al modo en que él le había hecho sentirse. —La vida siempre nos enseña algo, aun cuando uno piensa que lo sabe todo — susurró—. Que te sirva de lección, Maite Florey…
—¡Mai, son estupendos! —exclamó Stan, tres semanas más tarde. Era el primer día que el hombre pasaba en su despacho después de las vacaciones que se había tomado con Isabelle, y tenía un buen aspecto, bronceado y relajado. —¿Te encuentras bien? —añadió, mirando fijamente a Maite. —¡Claro! He estado trabajando muy duro en lo de Clover, ya sabes lo que pasa cuando uno se inspira… —Nunca te he visto tan delgada y tan pálida antes. ¿Qué pasó exactamente con William Dexter? —No fui a la boda. Lo solucionamos todo antes. En realidad, todo se complicó un poco. Su familia se alió contra él e invitaron a su ex mujer a la casa para intentar que se reconciliaran. Me temo que tuve que plantarme… Bueno, hacer de señuelo contra un puñado de mujeres desconocidas es diferente de una ex mujer que todavía sigue enamorada de él. —¡No lo sabía! —exclamó Stan, sorprendido. —¿Que había estado casado? Yo tampoco. En realidad, me caí en el río cuando me enteré. Todo estaba un poco confuso, pero lo conseguí, Stan. ¿De verdad te parecen bien? —añadió, refiriéndose a los bocetos. —Son estupendos. Me encanta el aire latino que le has dado. Sé que es un vino australiano, pero un sabor cosmopolita le viene mejor, sobre todo cuando lo van a exportar. ¿Te inspiraste en alguien para dibujar a este hombre? —También hice estos —dijo ella, sin responder—. Por si acaso… Bueno, así tenemos una segunda opción. —No, no. Creo que has dado en el clavo con los primeros. Nos quedaremos con ellos. Bueno, los pasaremos por el escáner y los enviaremos para que los aprueben. Y creo que necesitas un descanso, querida. —Este fin de semana hay un puente, Stan. Puede que me tome un día extra y me vaya… a pescar. Por cierto, me alegro mucho de verte tan bien. —Maite, por gran parte de ello, tengo que darte a ti las gracias. Y así lo hago, desde el fondo de mi corazón.

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 12:25 pm

Varios días después, mientras toda la agencia estaba pendiente de la aprobación de la campaña del vino, Maite pensó que aquellas palabras de Stan habían hecho que todos sus esfuerzos merecieran la pena. Sin embargo, el viernes por la mañana, justo antes de que Maite se tomara sus pequeñas vacaciones, todavía no habían tenido noticias. Ella sentía que los nervios le iban a estallar y, una vez más, había vomitado el desayuno al llegar a trabajar. Iba a cumplir veintiséis años al cabo de dos días y, con toda seguridad, podía aprender a controlarse mejor. Entonces, desde el cuarto de baño, oyó que sonaba el teléfono y que lo contestaba su secretaria. —Lo siento, pero la señorita Florey no está disponible en estos momentos. No se encuentra muy bien pero siempre mejora a eso de las diez. ¿Puedo tomar un mensaje? Maite entró rápidamente en su despacho, pero Linda Goodhew ya había colgado. —Linda, vas a hacer que todo el mundo se piense que estoy embarazada. Estoy bien, lo único que tenías que hacer era llamarme. ¿Quién era? —Una mujer, pero no dejó su nombre. Solo dijo que volvería a llamar. ¿Seguro que está bien? No tiene buen aspecto y lo mismo le pasó hace unos días. ¿Por qué no va a ver a un médico? —Sí… ya lo haré. Pero no vayas contándolo por ahí. No es nada grave. —Si usted lo dice. —Claro que lo digo. Venga, pongámonos a trabajar. Tengo que escribir algunas cartas.
A las cinco, cuando Maite se marchó a casa, todavía no habían tenido noticias de Clover. Ella estaba convencida de que habían perdido las cuentas por el parecido del dibujo con Ralph. Era una tarde calurosa. Maite se duchó y se puso una camisola. Luego se preparó una cena ligera, con embutidos y una ensalada que no se llegó a tomar. No tenía planes para sus vacaciones y sabía que no se iba a tomar ningún día extra hasta que hubiera terminado la tortura de Clover. Entonces, sonó el telefonillo y cuando encendió la pantalla de seguridad, vio que era William. —¡Tú! ¿Cómo…? —Déjame entrar, Maite—le ordenó él. —Pero… —No pienso marcharme. Así que, si prefieres que monte una escena o si eres demasiado cobarde para verme… —¡Eso no es cierto!

por EsperanzaLR Vie Ene 15, 2016 12:26 pm

—Entonces, déjame entrar. Maite apretó los dientes al tiempo que hacía lo mismo con el botón de entrada. Luego, fue al dormitorio a cambiarse la camisola por unos pantalones blancos y una blusa amarilla. Estaba todavía abotonándosela cuando sonó el timbre. No llevaba puestos zapatos, pero antes de que pudiera encontrar un par, el timbre volvió a sonar y lo hizo una y otra vez. Al final, fue descalza a abrir la puerta. —¿Quién te crees que eres, William? —La historia se repite, Maite —dijo él, al notar que no llevaba zapatos—. Espero no haberte sacado de la cama o haber interrumpido algo. —No, pero… —En cuanto a quién soy, ¿qué te parece el padre de tu hijo?

por asturabril Vie Ene 15, 2016 5:08 pm

por Joanita Vie Ene 15, 2016 6:44 pm

Siguelaáaaaaa por favor! !!!!!!

por SuenoLR Sáb Ene 16, 2016 7:52 am

Sique mi Kat

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:22 am

asturabril escribió:

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:23 am

Joanita escribió:Siguelaáaaaaa por favor! !!!!!!

Ahora sigo Joanita

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:24 am

SuenoLR escribió:
Sique mi Kat

Ahora sigo mi Tonia

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:28 am

Capítulo 8

Maite se quedó boquiabierta.
—¿No me dirás que no se te ha ocurrido? —murmuró él, entrando en el apartamento y cerrando la puerta. Luego, dejó la bolsa que llevaba en el suelo—. Solo tú podías ser tan despistada, Maite. Náuseas por las mañanas, pálida y delgada…
—¿Quién… quién te ha dicho que tenía náuseas por las mañanas?
—Tu secretaria prácticamente se lo dijo a la señora Harper cuando ella intentó localizarte en mi nombre esta mañana. Pero solo tengo que mirarte para saber que algo ha ocurrido y no se me ocurre otra cosa que encaje mejor.
Maite quiso responder, pero no pudo. No se resistió mientras él la llevaba al salón y le decía que se sentara. Incrédula, hizo lo que él le pedía mientras Lleyton se quitaba la chaqueta y la corbata. Entonces, metió la mano en el bolsillo interior de la chaqueta y sacó unos papeles.
—Entonces —dijo él, tirando los papeles encima de la mesa—, veo que has decidido perseverar con Ralph.
—William —replicó ella, mirando sus diseños—, sabes que esa idea la aprobaste antes de que yo supiera que Ralph existía.
—Y tú fuiste la que me aseguró que ni siquiera tocarías una de las cuentas Clover porque a ti no se compraba. Entonces, ¿qué es esto?
—¡Tú te aseguraste de que no pudiera rechazarlas! —gritó ella—. ¡Es decir, tú mismo se las diste a Goodman sin decírmelo!
—Podrías haberte echado atrás. Podrías haberle dicho a tu jefe lo que había ocurrido y por qué te sentías moralmente tan opuesta al trato.
—No, yo… ¿Y qué importancia tiene esto?
—Yo te lo diré, Maite —respondió él, sentándose enfrente de ella—. Te hubieras sentido mucho más cómoda como mi esposa, si hubieras mantenido la moralidad y te hubieras puesto a alardear de Ralph constantemente delante de mí.
Maite sintió que la cabeza le daba vueltas y se puso blanca como el papel. Aunque no llegó a desmayarse, fue solo la intervención de William lo que evitó que lo hiciera.
Se levantó rápidamente y se sentó a su lado, colocándole la cabeza entre las rodillas.
—Ya estoy mejor —musitó.
—Bien —replicó él, fríamente, ayudándola a incorporarse—. ¿Tienes coñac?
—Sí, pero tengo agua mineral en el frigorífico. Eso me apetece más…
Él levantó una ceja y fue a la cocina, de donde volvió con dos vasos. También recogió la ensalada y el embutido que no se había tomado.

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:31 am

—¿Te ocurre esto a menudo? ¿Has ido ya al médico?
—No. Y no, pero…
—Así que todavía no has admitido lo que te está pasando a pesar de las matemáticas, ¿verdad? —afirmó él, sentándose a su lado.
Maite tomó el vaso y bebió un largo trago. Luego, se comió un trozo de queso y una aceituna del plato y lo miró con ojos confusos.
—Seguro que, después de lo que te pasó con Ginny, no te casarías conmigo porque estuviera embarazada.
—No creerás que voy a permitir que mi heredero crezca sin padre, ¿verdad Maite? Especialmente, teniendo como madre a alguien tan propenso a los desastres como tú —dijo él, con ironía.
—Eso es… ¿supiste alguna vez…? ¿Te dijo tu madre…? —preguntó Maite, atragantándose con un trozo de queso.
—¿Que si me dijo lo que tú le habías dicho? Sí. Era todo demasiado exagerado para que yo me lo creyera, especialmente cuando las cuentas Clover no se me tiraron a la cara.
—¿Y Ralph?
—Ralph me dio una explicación que concordaba con lo que tú le dijiste a mi madre, pero estaba tan avergonzado al respecto, especialmente por haber llamado a tu puerta a la una y media de la madrugada… Aparentemente, solo quería decirte que no me encontraba y que, por lo tanto, el plan parecía haber fracasado. O por lo menos, eso fue lo que me dijo. ¿Te hubieras tú creído eso, Maite?
—Sí —susurró ella—. Bueno, hubiera sido un preludio a otras cosas, pero…
—¿Otras cosas?
—No es que yo se lo hubiera sugerido o que me hubieran gustado. Y tampoco me hubiera encontrado dispuesta —afirmó ella—. Y no me importa si te lo crees o no, William, porque puedes estar seguro de que no me voy a casar contigo. ¡Y tengo varias buenas razones para no hacerlo!
—Es sorprendente lo que puede hacer un trago de agua mineral y un poco de queso…
—Estoy empezando a recuperarme de haberte visto —replicó ella, tomando un trozo de jamón y un poco de lechuga—. De acuerdo, empecemos desde el principio. Te diré por qué no tuve elección a la hora de aceptar las cuentas, especialmente después de que tú se lo comunicaras a Goodman.
—Entiendo —dijo él, sin estar visiblemente impresionado.
—Tal vez quieras creer que me compraste —prosiguió ella—, pero no es cierto. Stan ha sido como un padre para mí. Tampoco estaba intentando presumir de Ralph delante de ti, pero no pude crear nada que fuera ni la mitad de bueno que esto —añadió, señalando los papeles que había en la mesa—. Le hice otra presentación a Stan, pero la rechazó. Esta campaña será un éxito. Algo me lo dice dentro de mí.

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:34 am

—Sigue.
—Según creo, Ginny y tú nunca os olvidaréis el uno del otro, pero eso no importa —dijo ella, arrepintiéndose enseguida de haber dicho aquello porque implicaba que él no la amaba a ella, algo que no debería haberle importado en absoluto.
—De hecho, sí. Sí que importa —añadió, al ver que ella lo miraba con perplejidad—. Continúa, Maite.
—Debes de pensar que estoy loca, William. Me desprecias, crees que puedes comprarme, sospechas que yo ando detrás de tu propio hermano, por no mencionar las estrategias baratas que ni siquiera me atrevo a pensar.
—Podríamos decir que eso lo dije sin pensar.
—No me gustaría pensar entonces en los insultos que se te ocurrirían si te pusieras a pensarlos. ¡Tú mismo me dijiste que no tendrías tiempo para casarte con nadie, y mucho menos conmigo! y ¿ahora me vienes con estas? ¿Qué clase de matrimonio has pensado?
—El mejor que podamos, Maite, por un bebé que fue concebido en un momento de placer sin pensar en las consecuencias. Perdí el último y no tengo la intención de perder este también por mi culpa.
—Eso… eso es una locura —susurró ella—. Eso es lo mismo que decir que hubieras seguido casado con Ginny si… si…
—Y así hubiera sido.
—¿Y sigues sin creer que estás enamorado de ella?
—No hacemos más que volver a lo mismo, pero…
—¡William! —exclamó Maite, poniéndose de pie—. ¡Esto ya ha durado suficiente! No estoy embarazada.
—Tu no has…
—¡No! ¡Nunca he estado embarazada!
—¿Cómo puedes estar tan segura?
—¿Tengo que darte una clase de biología? —preguntó ella, sentándose de nuevo.
—Entonces, ¿por qué tienes náuseas por las mañanas, pero te pones mejor sobre las diez y por qué tienes ese aspecto?
—He estado sometida a muchas presiones. En el trabajo, con eso de que Stan ha estado enfermo… Ya te lo dije. Alturas, volar, náuseas cuando estoy nerviosa, los ascensores… Eso es todo.
—Y el hipo. No se te olvide.
—Eso es lo único que no he tenido últimamente —dijo ella. Justo entonces, empezó a hipar—. ¡Oh, no!

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:38 am

William volvió a levantarse y fue de nuevo a la cocina, pero aquella vez volvió con dos copas de coñac.
—Pensé que estabas evitando el alcohol porque estabas embarazada.
—Supongo que eso sí que parecía algo sospechoso —respondió ella, tomando la copa y dando un sorbo—, igual que lo que pasó al teléfono. En realidad le dije a mi secretaria que iba a hacerle creer a todo el mundo que estaba embarazada, pero nunca pensé que… Además, no sabía que eras tú. ¿Por qué querías hablar conmigo?
—Quería hablar de esto —dijo él, recogiendo los papeles de encima de la mesa y haciendo una bola de papel con ellos—. Pero… Si vi más de lo que debía haber visto, con la ayuda de la señora Harper, fue porque me hizo pensar que tenía otra oportunidad.
—¿Para qué? No entiendo.
—Otra oportunidad contigo, Maite.
—Pero… pero… hay tantas cosas que tú tienes contra mí que casi no puedo recordarlas ¡y eso sin incluir lo de ser un desastre andante! William, no me lo puedo creer.
—Yo tampoco —confesó él, sentándose a su lado—. Me separé de ti recordándomelas todas. No escuchaba ni a mi madre ni a Ralph. Me convencí de que había terminado todo… pero vi estos —añadió, señalando los bocetos—… y supe que no era así. No puedo creerme cuánto… me enfadó. Luego, pensar que estabas embarazada me enfadó aún más, pero no porque lo estuvieras.
—¿Por qué?
—Porque me había convencido de que no te importaba lo que yo creyera. No te habías molestado en intentar explicarme, me dijiste que le habías mentido a mi madre… y entonces te marchas y aceptas las cuentas de Clover. E incluso hace unos minutos, atribuiste tus náuseas y tu mal aspecto al exceso de trabajo. En otras palabras, no tenía nada que ver conmigo.
—Efectivamente le mentí a tu madre —dijo ella—. Me preguntó si me había enamorado de ti. Y le dije que no, pero esa fue la única mentira que le dije.
—Maite…
—No, William. Déjame acabar. Había tantas cosas entre nosotros, y sobre todo el que me dijeras que no eras para mí… no pude olvidarme de ello, pero Ginny era lo que más me importaba y todavía no estoy segura…
—Ginny ha salido ya de mi vida de una vez por todas. Y eso ocurrió antes de que me diera cuenta de que te amaba.
—Pero si dijiste que hubieras permanecido casado con ella…
—Lo sé, pero solo por su hijo, para que ese niño tuviera un padre legítimo. Yo creo que los hijos deben nacer dentro del matrimonio, aunque este no dure. Sin embargo, cualquier esperanza que hubiera tenido de volver conmigo, desapareció cuando empezó a ir detrás de Ralph. Una vez más, empezó a demostrar lo que de

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:41 am

verdad es… Sin embargo, no me importó que lo hiciera, mientras que, cuando pensé que tú estabas haciendo lo mismo, os hubiera podido matar a los dos.
—Pero la noche antes de que nos fuéramos a Palm Beach yo creía que estabas… sabía que estabas enojado y que era por Ralph y Ginny… Que por eso necesitabas escapar…
—Y así era, pero era por el asco que sentía. Eso era todo.
—Todavía sigo sin entender por qué insististe en ir al baile.
—En Palm Beach, lo único que me afectaba eras tú. Era como verse asaltado por todas partes —dijo él—. Decidí, después de tu dolorosa declaración, que no podía continuar con el trato y luego me encontré besándote. El golpe de gracia vino cuando pareció que podías dejar todo atrás, como si nada hubiera ocurrido. Fue entonces, aun cuando fui yo el que rompió el trato, cuando descubrí que no podía dejarte marchar. No tenía nada que ver con Clover o con Ginny, Maite. Solo contigo y conmigo.
—¿Y cómo iba yo a saber eso? —preguntó ella, llevándose las manos a la cara—. Nunca te hubiera dicho las cosas que te dije si… ¡oh!
—Lo sé. Fue todo culpa mía, pero la clave del asunto es que, desde el día que entraste en mi despacho descalza, no he podido pensar a derechas. Y sí, me dejaron lleno de amargura y desconfianza, así que no tenía intención de permitirle a ninguna mujer acercárseme demasiado. Supongo que la única motivación que tuve para proponerte el trato fue expresar mi cinismo sobre las mujeres en general.
—¿Y por qué iba yo a poder cambiar eso? Entraste aquí odiándome a mí y a todo lo que yo representaba.
—Entré aquí odiando el hecho de haberme enamorado de ti, pero a ti no parecía importarte en absoluto.
Maite se quedó sin palabras, pero sus ojos expresaban las emociones que sentía. Entonces, se levantó y se dirigió a la ventana para contemplar la puesta de sol y él se acercó a ella. Maite se dio la vuelta y dijo:
—Claro que me importaba, pero… —se interrumpió, sollozando—… de verdad creía… que podía arreglarlo todo entre Ginny y tú en el baile, pero todo me estalló en las manos. Entonces, cuando tú me dejaste del modo en que lo hiciste… Supe que nunca podría volver a confiar en ti, William… Yo nunca podría haberlo hecho con un hombre sin amarlo, pero sé que para ti no es lo mismo…
—Maite…
—No. Entonces no confiabas en mí, cuando te dejé que me miraras el alma… Lo siento, pero nunca podría volver a ponerme en esa situación. Sé que soy un desastre por ello, pero lo superaré. Sin embargo, no podría vivir con eso…
—¿De verdad crees que tendrías que hacerlo? No quiero quitarle importancia a lo que hice, pero si lo miras desde otro ángulo, verás una historia diferente.
—No, lo que quiero decir…

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:48 am

—Maite —dijo él. Ella pudo ver una intensidad en sus ojos que no había visto antes, casi como si él se estuviera concentrando en un asunto de vida o muerte—. ¿Crees que estaría aquí ahora si todavía fuera el mismo hombre que conociste? ¿Si siguiera desilusionado y estuviera buscando un desafío sexual o, por ponerlo más claro, una aventura barata? ¿De verdad crees que me hubiera permitido sentir algo, dejar que Ralph me enojara por una chica que no significara nada para mí? ¿Estaría pidiéndote que te casaras conmigo cuando hace un mes que nos conocemos, y de ese mes, hemos vivido tres semanas separados, si no fuera realmente en serio contigo?
—Bueno, eso es otra cosa. En realidad, han sido solo unos pocos días.
—Y, sin embargo, después de esos pocos días, supe que nunca volvería a ser el mismo. Supe que no podría descansar tranquilo si no fuera contigo… En el caso de ascensores, alturas, aviones, hipos… En el caso de que otro hombre se llevara todo el espíritu y la pura alegría de Maite Florey.
—¡Oh!
—No podía soportar pensar que otro hombre pudiera hacerte el amor, Maite. Y no puedo imaginarme el resto de mi vida sin ti. Solo sé que sería un infierno.
—William, no debes olvidarte de todos los problemas que puedo causar.
—¿Por qué te crees que te quiero tanto?
—¿También por eso?
—También por eso. No solo quiero irme a la cama contigo, Maite, sino vivir a tu lado. Amarte, reír contigo, protegerte, ser el padre de tus hijos…
—¿Y tu fábrica de aviones?
—Puede esperar. Además, era solo una excusa.
—¿Quieres decir que no existe?
—No. Será realidad un día, pero solo será otra empresa, mientras que tú, Maite, serás mi vida y mi gozo.
—Entonces, ¿nunca te enfadarás conmigo?
—Eso no puedo prometértelo —respondió él, sonriendo—, y estoy seguro de que habrá veces que tú te enfades conmigo. Sin embargo, mientras sepamos que estamos hechos el uno para el otro… —añadió. Maite, sin decir palabra, se abrazó a él, temblando—. Confía en mí.
Nunca antes se había sentido Vivian tan feliz. Por fin, había conseguido fundir todas las facetas que William le había mostrado en un solo hombre. Se sentía segura por fin.
—Es raro, pero ha habido veces durante mi vida que no he confiado en nadie.
—Es raro —repitió él—, que nunca supiera lo que estaba buscando hasta que tú entraste en mi vida. No puedo definir con palabras lo que sentí, pero tal vez pueda demostrártelo…
—Tal vez pueda demostrarte yo también lo que siento.

por EsperanzaLR Sáb Ene 16, 2016 11:51 am

—Nunca me lo dijiste —dijo Maite.
—¿Que nunca te dije qué? —preguntó él, recorriéndole el cuerpo desnudo mientras estaban tumbados en la cama, saciados tras hacer el amor.
—Tal vez porque me siento completamente recolectada y apretada, como un melocotón, aunque de la manera más deliciosa que se pueda imaginar…
—Me alegro —susurró, colocándose encima de ella.
—William…
—Dime, Maite —dijo él, empezando a besarle los pechos.
—Hum… Sí… Nunca me dijiste lo que querías decir cuando me dijiste aquello de las chicas y los melocotones.
—Nada…
—¿Nada? —preguntó ella, a pesar de que le costaba concentrarse por el modo en que William le estaba mordisqueando los pezones.
—Bueno… —replicó él, levantando la cabeza—. Era la cita que aparecía para aquel día en la agenda que tenía encima de la mesa. Se me ocurrió que tal vez podría hacer que te interesara.
—¡William Dexter! ¡Eso es…!
—Fuera lo que fuera lo que ibas a decir, estoy de acuerdo. Diabólico, machista… Pero te diré una cosa, Maite. Fue entonces cuando se me ocurrió que Julianna Jones era guapa hasta la saciedad, pero que no te podía hacer sombra. Ahora sé que nadie podría. Al menos, para mí.
—Te amo, William —susurró ella.
—Y yo a ti, Maite.
Él siguió haciéndole el amor de un modo que los unió física y mentalmente.

Fin

por asturabril Sáb Ene 16, 2016 9:01 pm

por SuenoLR Dom Ene 17, 2016 4:42 am

Gracias mi Kat muy linda historia

por EsperanzaLR Dom Ene 17, 2016 1:00 pm

asturabril escribió:

por EsperanzaLR Dom Ene 17, 2016 1:09 pm

SuenoLR escribió:
Gracias mi Kat muy linda historia

De nada mi Tonia

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