Foro Maite Perroni & William Levy (LevyRroni)
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

5 participantes

Página 4 de 6. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6  Siguiente

Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Sáb Oct 10, 2015 10:56 am

–Con el debido respeto, William –murmuró ella–, eso son tonterías. Solo quieres
acostarte conmigo porque crees que eso nos hará parecer una pareja de verdad ante los ojos
de tu abuelo. Y, aunque creo que es un hombre adorable, no estoy dispuesta a llegar tan lejos
para complacerle.
–Puedo hacer que me desees –le recordó William, mirándola seriamente y con la
mandíbula apretada.
–Pero solo mediante la enajenación mental transitoria. No dura –respondió Mai, y
anheló la sonrisa y la risa que pocos minutos antes habían estado allí.
De pronto se dio cuenta de otro peligro. Resultaría muy fácil enamorarse del hombre
con el que se había casado. No solo era guapo, sino además carismático. Por desgracia, tenía
muy pocos escrúpulos. Si se lo permitía, la utilizaría y la desecharía sin pensar. ¿Cómo se
quedaría ella entonces? Enamorada de un hombre que no la amaba y que la había traicionado
con otras mujeres. Se estremeció al imaginárselo y el corazón, que se le había acelerado,
volvió a calmarse.
De pronto un balón la golpeó en el costado y Mai dejó escapar el aliento que había
estado conteniendo. William se puso en pie y empezó a regañar a Paris, pero Mai agradeció la
interrupción y se apresuró a intervenir. Les lanzó de nuevo el balón a los niños, apartó a Eleni
de la arena y se unió a su juego.
Molesto por el hecho de que estuviese usando a los niños como escudo, William se
sintió desafiado por la idea de que ella se resistiese a ser una esposa normal. Pensó en las
numerosas mujeres que habían hecho lo posible por llevarlo al altar y habían fracasado. Y
entonces miró a Maite, que no parecía estar impresionada por lo que podía ofrecerle en la
cama y fuera de ella. Estaba perdido con una mujer que valoraba las cosas que no tenían
precio. No se le daban bien los sentimientos, la fidelidad ni las vírgenes. Básicamente actuaba
pensando que todas las mujeres eran iguales, que el dinero movía sus relaciones y que tenía
pocas preferencias. Ese idea rio le había llevado por un camino seguro después de su primer
matrimonio. Pero nada de eso parecía encajar con Maite Blake. A su manera era una
inconformista.
Un sirviente bajó a la playa para decirle a William que tenía una llamada importante.
Él se marchó y Mai intentó ignorar el hecho de que se hubiera marchado y hubiera dejado
atrás un espacio que absolutamente nada podía llenar. Era imposible permanecer ajena a una
personalidad y a un temperamento como los de William Demonides. Cuando Mai regresó de
la playa aquella tarde con dos niños cansados y una niña igualmente cansada y enfadada,
estaba mojada y llena de arena, así como roja del sol a pesar de la crema solar de factor alto.
Tras dar de comer a Eleni y pasar algún tiempo meciéndola mientras hablaba con las
niñeras sobre la inminente operación de la niña, Mai abandonó la habitación y fue a ducharse
antes de cambiarse para la cena. En el dormitorio encontró sobre la cama varias cajas con
ropa de noche de diseño, prendas hechas para realzar la figura femenina para beneficio de los
hombres y en absoluto el tipo de prendas con las que ella se sentía cómoda. Apenas podía
creer que William hubiera tenido la desfachatez de encargar esos artículos para ella, pero
empezaba a darse cuenta de que era un hombre muy decidido. Cuando regresó al dormitorio,
ataviada con su bata, William estaba allí, así que se tensó, poco acostumbrada como estaba a
la falta de privacidad de compartir una habitación. Se apresuró a apretarse el cinturón de la
bata para que no se le abriera.
–¿Has encargado esos camisones para mí? –preguntó.
–Sí. ¿Por qué no?
–No son el tipo de prenda que yo me pondría.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Sáb Oct 10, 2015 10:58 am

William se encogió de hombros.
–Mi abuelo ha decidido regresar a su casa.
–Creía que no se podía vivir en ella.
–En dos de las habitaciones, pero es una propiedad grande. Creo que era una excusa
que le permitía espiarnos –confesó él–. Se lleva a los niños y a las niñeras con él.
Mai levantó la cabeza y lo miró sorprendida.
–¿Por qué diablos iba a llevarse a los niños?
–Porque es raro que una pareja de recién casados quiera tener a tres niños alrededor
en su luna de miel –respondió William con rostro impasible–. No montes una escena. Es una
oferta bienintencionada y además es su bisabuelo…
–Sí, lo sé, pero…
–Las objeciones no son una opción –la interrumpió él con impaciencia–. Ya está
decidido, y resultaría extraño que rechazáramos su oferta.
Mai no podía ocultar su consternación por los acontecimientos. William se había
casado con ella para que actuase como madre para esos niños, pero parecía que no tenía los
derechos ni los sentimientos de una madre si estos entraban en conflicto con sus deseos.
–Sí, pero los niños están acostumbrándose a mí. No es bueno para ellos que les
trasladen de un sitio a otro.
–Podrás ir a verlos todos los días –contestó él–. Pero primero eres mi esposa, Maite.
Empieza a actuar como tal.
Mai se puso roja, como si estuvieran regañándola por portarse mal, y empezó a
ponerse furiosa.
–¿Es una orden, señor?
–Ne. Sí, lo es –confirmó William sin vacilar un instante–. Vamos a poner las cosas
fáciles. Yo te digo lo que quiero y tú lo haces.
Con esas palabras aún en la cabeza, Mai regresó al cuarto de baño para maquillarse.
Recibir órdenes cuando no llevaba nada debajo de la bata no le resultaba cómodo. Aunque
nunca le había gustado que le dijeran lo que tenía que hacer. Además estaba muy enfadada
con él. La había alentado a actuar como una madre y después le había arrebatado ese
privilegio cuando ya no le cuadraba. ¿Actuar como una esposa? Si hacía eso, no le gustaría
en absoluto… pues una esposa le exigiría cosas.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por SuenoLR Dom Oct 11, 2015 3:19 am

Sique mi Kat
SuenoLR
SuenoLR

Mensajes : 4398
Puntos : 18435
Reputacion : 99
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 33
Localización : Atenas

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 9:44 am

SuenoLR escribió:
Sique mi Kat

Ahora sigo mi Tonia
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 9:52 am

Capítulo 8
OBVIAMENTE William no estaba de humor para hacer el esfuerzo por convencer a
los empleados de que era un marido atento, y no bajó a la mesa hasta que Bee ya iba por la
mitad de la cena. El silencio mientras cenaban resultaba insostenible.
–No creía que fueras de las que se enfurruña.
–¿Se me permite gritarle, señor?
–Ya basta de eso –le aconsejó William con impaciencia.
Mai perdió el apetito y apartó el plato.
–Mañana por la mañana te llevaré a navegar –anunció él con la actitud de un hombre
que esperaba una ronda de aplausos por su consideración.
–Qué afortunada soy –contestó Mai.
–A mediados de semana te llevaré a Corfú de compras.
–Odio ir de compras. ¿Tenemos que hacerlo?
Se hizo el silencio de nuevo.
–Cuando me casé contigo creía que eras una mujer razonable y racional –comentó
William durante el postre.
–Te creí cuando dijiste que deseabas un matrimonio platónico –confesó Mai–. Eso
demuestra lo equivocada que se puede estar con alguien.
–¿Crees que tu propia madre se dejará engañar con el modo en que nos estamos
comportando?
Golpeada en su punto débil por la pregunta, Mai palideció.
–No me esperes levantada –le dijo William mientras apartaba también su plato–. El
mes pasado ocupé el lugar de mi abuelo en el consejo de la isla y se reúne esta noche.
Después me quedaré a tomar una copa.
Frustrada por su marcha cuando no habían resuelto nada, Mai llamó a su madre y
mintió sobre lo feliz que era. Después intentó relajarse con un libro, pero seguía nerviosa y,
bien entradas las diez de la noche, decidió que, dado que no estaba en absoluto cansada, un
poco de ejercicio ayudaría al menos a aliviar la tensión. Por petición suya habían colocado
una barra en el gimnasio de la casa, y ella había ignorado las preguntas burlonas de William
sobre lo que pretendía hacer con ella. Como muchas otras personas, William daba por hecho
que bailar en una barra era una actividad lasciva reservada para las bailarinas exóticas en
clubes. Ataviada con unos pantalones cortos y una camiseta, Mai hizo el calentamiento para
aflojar los músculos antes de poner la música.
William iba dando gracias por lo que tenía mientras regresaba por la carretera hacia su
casa. Por desgracia, un par de copas y las bromas de sus compañeros del consejo sobre su
nuevo estado civil no habían servido para levantarle el ánimo. De hecho, estaba recordándose
a sí mismo que estar casado era algo duro por naturaleza. Aprender a vivir con otra persona
era difícil. Nadie lo sabía mejor que él, y por eso había apreciado su libertad durante tanto
tiempo. En realidad, la lección de haber perdido su libertad en una ocasión estaba grabada en
su alma con letras de fuego, pues él nunca olvidaba ni perdonaba sus propios errores. Sabía
que debería estar agradecido de que Maite estuviese tan unida a unos niños que no eran
suyos. Era una buena mujer con un buen corazón y fuertes valores morales. Sabía que debía
apreciar el hecho de que, si llegaba a casa sin avisar, no iba a encontrarse en mitad de una
fiesta salvaje.
Sin embargo, cuando entró en el salón, le molestó ligeramente que Maite no le
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 9:56 am

hubiera esperado levantada, demostrando así su preocupación por él y por su matrimonio. Le
desconcertó darse cuenta de que en realidad deseaba que hiciera las cosas típicas de una
esposa. Que se hubiera ido a la cama no era un cumplido. Aunque no resultaba sorprendente
que Maite se sintiera confusa con respecto a lo que deseaba de ella, pues él mismo ni
siquiera lo sabía ya.
Pero el dormitorio también estaba vacío y Androula respondió a su llamada en
camisón y le informó de que Maite estaba en el gimnasio. Tras quitarse la corbata y la
chaqueta, William siguió el sonido de la música, pero lo que vio al mirar a través de las
puertas de cristal del gimnasio hizo que se detuviera en seco.
Maite estaba colgada del revés en una barra. Para cuando entró por la puerta, estaba
haciendo el pino y girando alrededor de la barra, con las piernas estiradas en un movimiento
muy gráfico que no le hubiera gustado verle hacer en público. Le sorprendió lo en forma que
estaba al hacer una serie de movimientos acrobáticos. Aquella demostración resultaba tan
inesperada procediendo de una mujer tranquila y conservadora que eso hacía que fuese más
excitante e ilícito. La vio patalear, con los dedos de los pies estirados, flexionando los
músculos de las piernas y de su delicioso trasero. En ese momento decidió disfrutar del
espectáculo sin más. Viéndola ondularse contra la barra, con los pechos agitándose
salvajemente, William se excitó violentamente, y la vuelta sinuosa que realizó en el suelo al
pie de la barra fue francamente exagerada.
–¿Maite? –susurró.
Consternada al oír su voz, Bee se incorporó preguntándose cuánto tiempo llevaría allí.
William estaba junto a la puerta, alto, guapo y muy masculino. Agarró la toalla para secarse el
sudor de la cara y se detuvo para apagar la música.
–¿Cuándo has vuelto?
–Hace diez minutos. ¿Cuánto tiempo llevas haciendo eso?
–Unos tres años –respondió ella casi sin aliento–. Era más divertido que las demás
clases de gimnasia.
Con la mirada ardiente, William agachó la cabeza y besó sus labios entreabiertos. Un
escalofrío de excitación recorrió el cuerpo de Bee al sentir sus brazos a su alrededor y su
erección contra el vientre.
–Se thelo… Te deseo –susurró él con voz rasgada–. Hagamos que esto sea un
matrimonio de verdad.
Desconcertada por la propuesta, Mai intentó apartarse, pero William tenía un brazo
pegado a su espalda mientras la conducía por el pasillo.
–Tenemos que pensar en esto –razonó ella, luchando por recuperarse de aquel potente
beso, que había hecho que le diera vueltas la cabeza.
–No, yo creo en el instinto. Hemos estado pensando demasiado las cosas –respondió
William con convicción–. No tienes que sufrir por todo lo que hagas en la vida y buscar
siempre las dificultades, Maite. Algunas cosas simplemente ocurren con naturalidad.
Abrió la puerta de su dormitorio, le dio la vuelta y devoró su boca con pasión otra
vez, la exploró con la lengua y provocó una reacción en cadena de alto voltaje en ella. Parecía
que aquel era el tipo de cosas que creía que debían ocurrir naturalmente, pero desde el punto
de vista de ella no había nada de natural en el hecho de que estuviera temblando y fuese
incapaz de pensar con claridad. La fuerza de su pasión le hizo perder el equilibrio al tiempo
que un fuego desgarrador crecía en su interior como respuesta. Pegados el uno al otro,
atravesaron la habitación y cayeron sobre la cama.
–No quiero que nadie más te vea bailar así –dijo William–. Es demasiado sexy.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 10:00 am

–Pero así es como me mantengo en forma. Solo es ejercicio.
–Es increíblemente erótico –la contradijo William, quitándole los pantalones con
impaciencia.
–Realmente deberíamos hablar de esto –insistió ella.
Una sonrisa devastadora iluminó el rostro de William.
–No quiero hablar de ello. Hemos hablado ya mucho.
Aquella sonrisa hizo que ella se estirase para besarlo de nuevo y que hundiera los
dedos en su pelo con una libertad que nunca antes se había permitido. Si hacían el amor, sería
suyo como ningún otro hombre lo había sido, y deseaba aquello con una fuerza de la que
nunca se había creído capaz. Le desabrochó la camisa y él se la quitó, riéndose de su
impaciencia. Se puso en pie y se quitó el resto de la ropa mientras ella contemplaba su cuerpo
masculino y excitado. Estaba preparado para ella.
William la incorporó y le quitó la camiseta y el sujetador deportivo que llevaba
debajo. Con un gemido de satisfacción, acarició sus pechos y lamió sus pezones hasta hacer
que se estremeciera.
–Perfecto –susurró.
Sintió el calor entre las piernas cuando William localizó sus bragas y metió un dedo
por debajo para acariciar su delicado centro. Se retorció bajo sus caricias y levantó las
caderas mientras él le quitaba las bragas. Fue cubriéndola de besos hasta llegar al punto más
sensible de todos. Cuando se detuvo allí para someterla a un tormento erótico con la boca y
con la mano, ella tuvo que luchar con todas sus fuerzas contra su timidez.
De haber tenido ella el control, el poder de su respuesta se lo habría arrebatado. Pero
era libre de entregarse a las sensaciones y eso hizo, moviendo la cabeza de un lado a otro de
la almohada, gimiendo mientras subía y bajaba las caderas. Estaba en lo más alto de su
excitación antes de que él se tumbara encima y la penetrase con un movimiento suave. Aun
así hubo un momento de dolor, y ella gritó mientras William completaba la posesión. La
incomodidad pronto disminuyó y comenzó a transformarse en deseo mientras él la estimulaba
de nuevo.
–Lo siento –susurró William con placer–. He sido todo lo delicado que he podido.
–Estás perdonado –murmuró ella arqueando la columna vertebral y levantando la
cadera.
–Estás muy tensa –dijo él con satisfacción, se apoyó sobre los codos y se separó lo
justo para volver a hundirse en su cuerpo receptivo con un movimiento casi
insoportablemente placentero.
Mai apenas podía respirar, el corazón le latía descontrolado y cerró los ojos para
disfrutar de las sensaciones. Se retorció bajo el cuerpo de William mientras él la penetraba
una y otra vez, cada vez más deprisa, transportándola a un mundo erótico de placer infinito.
La excitación siguió aumentando hasta que Mai solo era consciente de él y del placer que se
acumulaba en su interior. Llegó a un clímax explosivo y gritó y se retorció de manera
incontrolable.
Estremeciéndose sobre ella, Sergios gimió al entregarse al clímax más largo y
ardiente de toda su vida. Sin embargo, cuando ella le rodeó con los brazos, él se apartó para
aliviarla de su peso. Se dejó caer sobre las almohadas a su lado, forzando una separación para
la que ella no estaba preparada en aquel momento tan íntimo.
–Ha sido increíble,mi mujer –dijo William con la respiración entrecortada–.
Gracias.
«¿Gracias?». Mai parpadeó perpleja ante aquella palabra, le estrechó la mano y se
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 10:03 am

giró para acurrucarse junto a su cuerpo. Extendió los dedos sobre su torso musculoso, pero él
se tensó.
–No soy de los que abrazan.
–Nunca es demasiado tarde para aprender –le dijo ella, asombrada por lo que
acababan de compartir, pero también feliz por la cercanía que sentía entre ellos–. Acabas de
persuadirme para hacer algo espontáneo y ese no es normalmente mi estilo.
Al darse cuenta de que Maite casi siempre tenía una respuesta inteligente para todo,
William no hizo ningún comentario. En vez de eso se quedó mirando su rostro sonrojado.
–Te he hecho daño. ¿Estás dolorida?
Mai movió ligeramente las caderas y frunció el ceño.
–Un poco.
–Qué pena –respondió él con una sonrisa–. Ahora mismo me encantaría volver a
hacerlo, pero esperaré a mañana.
–No has usado preservativo –comentó Mai con evidente sorpresa.
–Estoy limpio. Me hago chequeos regularmente. Con un poco de suerte no tendremos
problemas con la concepción. No tengo preservativos aquí –admitió–. No traigo a mujeres a
mi casa. Nunca lo he hecho.
Mai tenía muchas preguntas que hacerle, pero no se atrevía a hablar. Le gustaba que
la habitación y la cama no hubieran sido usadas por otras mujeres. Pero sí que quería saber
cosas sobre su primera esposa; no había ni una foto de Krista en toda la casa. Y luego estaba
su amante, y cómo cambiaría su relación a partir de aquel momento, pero esa cuestión tan
espinosa sería demasiado agobiante para un hombre que había luchado tanto por mantener su
libertad y sus secretos. No iba a cambiar de la noche a la mañana, se dijo a sí misma.
«Hagamos que sea un matrimonio de verdad», había dicho en el gimnasio. ¿Lo habría
dicho en serio? ¿O el deseo de tener sexo le habría nublado el juicio temporalmente? ¿Cabría
la posibilidad de que le hubiera dicho lo que creía que ella deseaba escuchar? Incómoda ante
esa sospecha, Mai se tensó, pero se negó a rebajarse a preguntarle si estaba verdaderamente
comprometido con su matrimonio. Al fin y al cabo, expresar dudas podría alentar aquello que
más temía encontrarse.
–Pondremos una barra en el dormitorio para que puedas hacer ejercicio aquí, donde
nadie más pueda verte –le dijo William.
Mai no podía creer lo que estaba oyendo. Su insistencia en ese tema era toda una
revelación. No estaba bromeando en el gimnasio al decir que no quería que nadie la viese
bailar.
–No creí que pudieras ser tan mojigato.
–Eres mi esposa –le recordó William, pero su cara estaba tensa, como si ponerle esa
etiqueta le molestara.
Se quedó mirándolo y prácticamente pudo ver como cuestionaba aquella nueva
intimidad. ¿Cómo se sentiría realmente al respecto? Entornó los párpados, negándose a sufrir
por algo que no podía controlar. Vivir con William sería una montaña rusa y, dado que él no
sufría nada en silencio, pronto sabría exactamente cómo se sentía.
–Esta noche volveré tarde –le dijo William mientras se hundía en su lado de la cama.
Vaciló durante un segundo antes de agarrar la mano que ella había extendido instintivamente
para evitar que saliera de la habitación.
Aún medio dormida, pues era muy pronto, Mai se quedó mirándolo y advirtió la
tensión de su rostro.
–¿Por qué?
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 10:07 am

–Hoy es el aniversario de la muerte de Krista. Normalmente asisto a una misa con sus
padres y ceno con ellos después –explicó William con frialdad.
Desconcertada, pues a pesar de llevar seis semanas casados él no había mencionado
nunca a su primera esposa, Mai asintió y se fijó en el traje negro que llevaba.
–Es un acontecimiento anual –dijo él encogiéndose de hombros–. No es algo que esté
deseando.
Ella se abstuvo de decirle que algunas personas veían las misas como una
oportunidad de celebrar la vida de los desaparecidos.
–¿Querrías que fuera contigo? –le preguntó.
–Es una oferta muy generosa, pero no creo que a los padres de Krista les gustara la
idea. Era su única hija. Tengo la impresión de que no quieren darse cuenta de que mi vida ha
seguido –contestó William, y apretó los labios con esa determinación tan propia de su
carácter.
El no saber lo que estaba sintiendo mantuvo a Bee preocupada el resto del día. Claro
que estaba locamente enamorada de él y por tanto le preocupaba lo que pensara. Aunque la
química sexual que compartían era fantástica, no era eso lo que más sentimientos había
despertado en su corazón. Se había enamorado de él mientras intentaba averiguar qué era lo
que le movía.
Cuando estaba fuera por negocios, sentía como si solo estuviera viva a medias.
Privada de su poderosa y carismática presencia, se quedaba mirando su teléfono como una
adolescente enamorada, esperando su llamada, contando las horas para que regresara a casa.
Estaba alojado en su corazón como si siempre hubiera estado ahí, fuerte, testarudo e
impredecible.
Al aprender a amarlo había descubierto también sus vulnerabilidades. No sabía cómo
comportarse con los niños porque la mala salud de su madre le había privado de una infancia
despreocupada. Aunque ella había tenido un pasado similar, la carga de los cuidados había
quedado aliviada en su caso por el afecto de su madre. Sin embargo, la madre de William era
muy joven e inmadura cuando lo tuvo y probablemente lamentara el impacto de un niño en su
vida y en su salud. Por las razones que fuera, Sergios no había recibido el amor y el apoyo
que había necesitado para prosperar en sus años de formación.
A los pocos días de trasladarse a casa de su abuelo al otro lado de la bahía, Paris,
Milo y Eleni habían dejado claro lo mucho que echaban de menos a Mai, y William había
tenido que aceptar lo inevitable y acceder a su regreso. Gracias al apoyo de Mai desde
entonces, William había ido pasando más tiempo con los hijos de su primo, conociéndolos
mejor hasta el punto de no quedarse paralizado cuando Milo se pegaba a él, ni apartar la
mirada cuando Eleni le abría los brazos. Empezaban a construirse vínculos. Paris le pedía
consejo a William, Milo le llevaba el balón y Eleni sonreía cuando se acercaba. William iba
aprendiendo lentamente a aceptar el afecto y a responder a él.
Mai se había sentido aliviada al ver la prueba de que el sexo sin protección la primera
noche no había tenido consecuencias. En su opinión, un embarazo no planeado habría sido un
desastre para su matrimonio. William era un hombre que necesitaba tomar por sí solo la
decisión de querer ser padre. Aun así, cuando ella le había dicho que no tenía de qué
preocuparse en ese sentido, él simplemente se había encogido de hombros.
–No me preocupaba –había insistido–. Si te hubieras quedado embarazada, nos las
habríamos arreglado.
Pero Mai no habría sido feliz mientras él simplemente «se las arreglaba». Ella solo
deseaba tener un bebé con un hombre que quisiera que lo tuviera. No quería que William
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 10:13 am

sacara lo mejor de un embarazo accidental, ni que le ofreciera la opción de un embarazo
porque ella estuviera enfadada. Quería que él tomara la decisión de querer tener un hijo con
ella.
Las semanas que habían compartido en la isla no habían sido solo en torno a los
niños. Mai había dejado de preocuparse por el futuro y había disfrutado el momento, y
William había convertido en especiales muchos de esos momentos. Le había enseñado la casa,
diseñada especialmente para la silla de ruedas, en la que viviría su madre. Un cuidador que
Emilia elegiría de entre una lista iría todos los días a ayudarla. Mai estaba deseando ver la
cara de su madre cuando disfrutara de su primera taza de té en la terraza soleada
contemplando la bahía.
William también la había llevado a Corfú durante una semana. Las calles estaban
llenas de tiendas sofisticadas y estudios de arte que habían hecho sus delicias, y una tarde,
cuando William la había perdido brevemente entre la multitud, le había dado la mano y no se
la había soltado durante el resto del día. Le había comprado un adorno de plata que le gustaba
y habían tomado algo de beber en el Liston, un edificio con soportales inspirado en la Rue de
Rivoli de París. Para cuando regresaron a su hotel, ella estaba algo mareada y alegre, e
hicieron el amor apasionadamente hasta el amanecer, cuando se quedó dormida en sus
brazos. Al abrir los ojos al día siguiente y verlo trabajando con el portátil antes de que
comenzara el día, había sabido en el fondo de su corazón que lo amaba. Lo amaba como
nunca había creído que amaría a ningún hombre, con ternura y aprecio hacia sus defectos y
sus virtudes.
Habían disfrutado de muchos viajes por Orestos. William le había enseñado toda la
isla, la había llevado a nadar, a navegar y a bucear, y dejaba que los niños fueran con ellos
cuando era posible. Disfrutaba del hecho de que ella se mostrase lo suficientemente enérgica
para compartir con él las actividades más físicas. Mai también sabía ya que él era muy
competitivo en lo referente a la construcción de castillos de arena y a la pesca, y que estaba
loco por los helados. A él además le encantaba llegar a casa después de un viaje y que ella
estuviera esperándolo en casa con los niños. Había un abismo de soledad dentro de William
que ella ansiaba mitigar.
Con aquellos pensamientos inquietantes sobre la misa en memoria de Krista y sobre
lo que esos recuerdos significarían para su marido, Bee no logró relajarse aquella tarde.
Recibió otro mensaje de Jon Townsend, que se había mantenido en contacto con ella desde su
llegada a Grecia, y suspiró. Su exnovio le había enviado mucha información sobre la
organización benéfica en la que participaba y estaba ansioso por concertar una reunión con
ella durante su próxima visita al Reino Unido.
Con un día tan bonito, le había parecido buena idea ir a pie a recoger a Milo a la
guardería del pueblo, en vez de acercarse conduciendo, como siempre hacía. Sin embargo, el
calor del verano era intenso y, para cuando recogió al niño, Mai estaba cuestionando lo
acertado de haber recorrido andando la carretera de la costa, sobre todo porque ya no le
quedaba otra alternativa que regresar andando. Milo, en comparación, iba brincando a su lado
con aquella energía tan característica de él.
Mientras atravesaba la plaza del pueblo con Eleni dormida en su sillita, Nectarios los
saludó desde una mesa en la terraza de la taberna. Llevaba puesta su boina, y solo un
lugareño lo habría reconocido como el poderoso magnate que aún era. Mai se imaginó, a
juzgar por su ropa, que habría estado navegando en el yate que tenía en el puerto y se cruzó a
ese lado de la plaza.
–¿Qué estás haciendo aquí a pie? –preguntó él con el ceño fruncido, le ofreció una
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 10:17 am

silla y chasqueó los dedos para llamar la atención del propietario.
–Milo estaba en la guardería. Cuando salí de casa no hacía tanto calor.
–Mi coche estará aquí en diez minutos. Podéis volver todos conmigo –el anciano
pidió bebidas para los niños y para ella y permitió que Milo se subiera a su regazo para
robarle la boina, probársela y después usarla de frisbee.
Mientras disfrutaban de la terraza a la sombra de un árbol, varios transeúntes se
acercaron a hablar con Nectarios. Mai aprendía más palabras griegas cada día y comprendía
retazos de las conversaciones sobre viajes de pesca, bodas y bautizos. Al día siguiente
regresaría a Londres, donde operarían a Eleni de los oídos, y cuando regresaran a la isla su
madre viajaría con ella. Estaba ayudando a la niña con el biberón cuando fue consciente de
unos susurros a su alrededor. Levantó la mirada y vio a una joven rubia atravesando la plaza.
Llevaba un vestido ceñido de color blanco y se movía con ese bamboleo hipnótico que a los
hombres parecía volverles locos. Sin duda, todos los hombres que había a su alrededor
estaban mirándola con admiración.
–¿Quién es esa chica? –le preguntó al hombre que tenía al lado–. ¿Es una turista?
La mujer los miró directamente con sus ojos marrones y su sonrisa sensual, y prestó
especial atención a Mai.
Nectarios la saludó con un movimiento de cabeza.
–Esa es Melita Thiarkis.
Aquel nombre fue como una bofetada para Mai, pero no le habría dado importancia si
Nectarios no hubiera parecido incómodo.
–¿Y quién es? –insistió ella, odiándose a sí misma al ver la incomodidad del anciano.
–Una diseñadora de moda de Atenas, pero nació en la isla y tiene una propiedad aquí.
Mai sintió un vuelco en el estómago e intentó controlar las náuseas mientras
empezaba a sudarle la frente. La joven rubia tenía que ser la amante de William, Melita. No
podía ser una coincidencia. De hecho, la vergüenza de Nectarios ante su aparición
confirmaba sus sospechas. Pero lo que más le sorprendía era que Melita estuviese residiendo
en la isla. Esa posibilidad no se le había ocurrido y había dado por hecho que Orestos no le
ofrecía a William ninguna oportunidad. Pero ¿cuántas noches la había dejado sola durante
horas mientras asistía a reuniones del consejo de la isla? ¿O para visitar la casa de su abuelo?
Últimamente había habido muchas de esas ocasiones y ella no les había dado importancia.
¿Habría sido una ingenua?
–¿Puedo darte un consejo? –preguntó Nectarios mientras el coche que los había
recogido los conducía de vuelta hacia la casa.
Mai lo miró preocupada.
–Por supuesto.
–No presiones a mi nieto. Dale tiempo para darse cuenta de lo que tenéis. Su primer
matrimonio fue muy infeliz y le ha dejado profundas cicatrices.
El anciano era producto de otra generación en la que hombres y mujeres no eran
iguales, donde las mujeres esperaban y hasta excusaban la infidelidad masculina. Mai no
tenía esos principios y no podría excusar aquello con lo que no pudiera vivir. Y sabía que
nunca sería capaz de vivir en silencio con la sospecha de que William le hubiera puesto las
manos encima a otra mujer mientras compartía la cama con ella.
Ahora tenía que enfrentarse a la realidad de haber permitido que William manejase el
matrimonio a su manera y no a la de ella. No habían renegociado los términos de su plan
inicial. No había habido discusiones ni acuerdos ni promesas por ninguna de las dos partes.
Durante casi dos meses habían vivido sin las reglas ni barreras que temía que pudieran hacer
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Dom Oct 11, 2015 10:20 am

sentir a William atrapado. En su inocencia, Bee había querido tomarse las cosas con calma,
ansiosa por controlar a su marido, pero demasiado sensata como para no prever los riesgos de
exigirle demasiado.
Y estaba pagando el precio de no haberle dicho explícitamente que no podía tener una
amante y una esposa al mismo tiempo. Era curioso que no le cupiese duda de que William
elegiría esa opción si pensara que podía salirse con la suya. Mai era consciente de lo
despiadado que podía ser. En cualquier confrontación buscaba el mejor resultado posible. A
veces manejaba a la gente para lograr lo que deseaba simplemente para divertirse. Había
observado cómo actuaba y había cambiado su propio comportamiento de acuerdo a él.
Aunque lo amaba, no se lo decía, y desde luego no lo abrazaba ni lo halagaba, ni decía nada
que pudiera delatar sus verdaderos sentimientos. Había decidido que no le importaba darle
tiempo para asimilar su nueva relación… siempre y cuando le fuese fiel.
La idea de que pudiera no habérselo sido, de que ya hubiera traicionado su confianza
en brazos de otra mujer, amenazaba con desgarrarla. Dadas las circunstancias, tal vez incluso
intentara convencerla de que había dado por hecho que los términos de su acuerdo inicial
sobre acostarse con otras mujeres aún seguían vigentes. Al fin y al cabo, Sergios pensaba
deprisa y no dudaría en jugar sucio si le presionaba lo suficiente.
Pero Melita Thiarkis era otra historia. Era isleña, nacida y criada en Orestos, así que
probablemente Sergios la conociera desde hacía mucho tiempo. Además, diseñadora de
moda; no era de extrañar que estuviese tan empeñado en que su propia esposa tuviese estilo.
William y Melita debían de tener vínculos más fuertes de lo que ella habría querido pensar.
Melita era atractiva más que guapa, pero era el tipo de mujer sexy y ardiente que
probablemente excitaría la libido de William. La joven rubia además estaba segura de su lugar
en la vida de William, pensó al recordar la manera en que la otra mujer la había mirado, sin la
más mínima preocupación o incomodidad. Melita no parecía sentirse amenazada por el hecho
de que William se hubiera casado recientemente. ¿Y qué significaba aquella evidente
seguridad en sí misma? ¿Se habría acostado William con ella desde que se casara?
Y en cuanto a la confirmación por parte de Nectarios de que el primer matrimonio de
William había sido infeliz, Mai ya había averiguado eso por sí sola. El hecho de que no
hubiera fotos de Krista y que su nombre no se mencionara nunca indicaba que aquel había
sido cualquier cosa menos un matrimonio feliz. Pero William había elegido no confesarle la
verdad a pesar de haber tenido oportunidades de sobra.
Por otra parte, se recordó Mai a sí misma, ella había estado feliz y contenta hasta que
había visto a Melita Thiarkis y se había dado cuenta de que la tentación vivía a menos de dos
kilómetros de su puerta. Al fin y al cabo, William había sido muy atento desde la primera vez
que habían hecho el amor, pero ¿cómo podía saber ella lo que obtenía él de su relación con
Melita? El hecho de que hubiera insistido en que Melita no era negociable incluso antes de
casarse indicaba que la rubia tenía buenas razones para no sentirse amenazada.
Sí que tenía predilección por las rubias aunque no lo admitiera, pensó Mai mientras
contemplaba sus mechones castaños en el espejo del dormitorio e intentaba imaginarse a sí
misma de rubia. Sería triste teñirse el pelo solo por él. Pero en ese momento de dolor y miedo
descubrió que no le importaba si era triste o no, y decidió que tal vez regresara de Londres
con una bonita melena rubia.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por SuenoLR Lun Oct 12, 2015 3:40 am

Sique mi Kat
SuenoLR
SuenoLR

Mensajes : 4398
Puntos : 18435
Reputacion : 99
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 33
Localización : Atenas

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Lun Oct 12, 2015 10:42 am

SuenoLR escribió:
Sique mi Kat

Ahora sigo mi Tonia
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Lun Oct 12, 2015 10:45 am

Capítulo 9
PENSÉ que estarías en la cama –admitió William cuando aterrizó en un helicóptero
pasadas las once de la noche y entró en la casa. Llevaba la corbata aflojada y no se había
afeitado. Su sensación de alivio por estar en casa era intensa y eso le sobresaltó–. Ha sido un
día muy largo y tenemos que volar a Londres mañana temprano.
Mai lo miró sorprendida.
–¿Vienes con nosotros?
–Van a operar a Eleni –le recordó con el ceño fruncido–. Claro que voy. ¿No te
habías dado cuenta?
–No.
Encantada por su disposición a ayudar, Mai resistió la necesidad de sacar a relucir el
tema de la presencia de Melita en la isla. Al fin y al cabo, si la mujer tenía una casa y
parientes en Orestos, tenía derecho a estar allí y tal vez no tuviera nada que ver con William.
Se preguntó si estaría siendo una ingenua mientras preparaba una cena ligera en la cocina. No
vio la necesidad de molestar al servicio tan tarde cuando era perfectamente capaz de
prepararle algo de cenar con sus propias manos.
William salió del cuarto de baño con una toalla enrollada a la cintura y se sentó a la
mesa que ella le había preparado. Con el pelo negro mojado y recién afeitado, parecía menos
cansado.
–¿Ha sido un día difícil? –preguntó Mai.
–Siempre es difícil –respondió él, y de pronto se encogió de hombros al darse cuenta
de que ya no le parecía razonable seguir ocultándole a Maite la verdad sobre su primer
matrimonio–. Los padres de Krista recuerdan a una joven que yo nunca conocí, o tal vez la
joven de la que hablan sea la hija imaginaria que les hubiera gustado tener; desde luego no se
parece en nada a la mujer con la que estuve casado tres años.
Mai estaba confusa.
–No lo comprendo…
–Krista era una maniaca depresiva y odiaba tomar medicación, no le gustaba lo que le
hacían las pastillas que le recetaban. Yo no sabía eso cuando me casé con ella. Para ser
sincero, apenas la conocía cuando le pedí que se casara conmigo –confesó William–. Era
joven y estúpido.
–Oh –Mai estaba tan desconcertada con lo que había ocultado aquel silencio sobre su
primera esposa que no sabía qué decir. ¿Una maniaca depresiva? Era una enfermedad seria,
pero tratable con la atención médica adecuada.
–Me enamoré y le pedí a Krista que se casara conmigo. No podía creer que la chica
de mis sueños fuera mía. Por desgracia, el sueño resultó ser amargo para los dos. Como
rechazaba la medicación, no había ningún tratamiento que cambiara su manera de ser.
Durante casi todo nuestro matrimonio estuvo fuera de control. Tomaba drogas y daba fiestas
salvajes antes de estrellar borracha uno de mis coches. Murió en el acto.
–Lo siento mucho, William –susurró Mai con compasión–. Siento mucho que tuvieras
que pasar por eso y perder a tu hijo.
–El bebé no era mío. No sé quién engendró el bebé que llevaba dentro en el momento
de su muerte. Para entonces llevábamos mucho tiempo sin compartir la misma cama.
–Ojalá me hubieras contado esto antes –a Mai aún le costaba aceptar su admisión
sobre lo mucho que había amado a Krista, pues se había convencido a sí misma de que
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Lun Oct 12, 2015 10:49 am

William no sabía amar a una mujer. Pero estaba descubriendo que no era así y eso le hería el
orgullo.
–Siempre me he sentido culpable de la muerte de Krista. Debería haber podido hacer
algo más por ayudarla.
–¿Cómo ibas a hacerlo si no aceptaba que su enfermedad necesitaba tratamiento? –
preguntó ella mientras se metía en la cama y se recostaba sobre las almohadas–. ¿Sus padres
no tenían ninguna influencia sobre ella?
–Era hija única y la adoraban. Eran incapaces de decirle que no y se negaban a
reconocer la gravedad de sus problemas. Al final me culpaban a mí de su infelicidad.
Dando vueltas de un lado a otro de la habitación, con los ojos sombríos por los
recuerdos y la mandíbula apretada, finalmente le contó cómo había sido su vida con Krista.
Cuando regresaba cada día al apartamento que había compartido con su difunta esposa en
Atenas, nunca sabía lo que iba a encontrarse. Las disputas violentas eran algo común, igual
que las profundas depresiones de su mujer. Krista lo había hecho todo en exceso, desde las
compras hasta las fiestas. En varias ocasiones la había encontrado en la cama con otros
hombres, completamente drogada con sustancias que, según ella, aliviaban su enfermedad
mejor que la medicación. El personal se marchó, los amigos acabaron ofendidos, el
apartamento estaba hecho un desastre y desaparecían los objetos de valor. Durante tres largos
años, mientras luchó por cuidar de su esposa, William había llevado una vida descontrolada y
el amor había muerto. Mai finalmente comprendió por qué estaba tan decidido a tener un
matrimonio exclusivamente profesional que no le exigiera nada salvo dinero. Había puesto
todo lo que tenía en su primer matrimonio y aun así había fracasado miserablemente. Krista
le había traicionado, le había hecho daño y le había enseñado a no implicarse con nadie.
–Ahora ya sabes por qué nunca la menciono –murmuró William mientras se metía en
la cama junto a ella–. La decepcioné.
–Krista estaba enferma. Deberías perdonarla y perdonarte a ti mismo por todo lo que
salió mal –razonó ella–. Hiciste lo posible y eso es todo lo que puede hacer alguien.
William levantó una mano y le acarició el labio inferior con un dedo.
–Siempre dices lo correcto para hacer que alguien se sienta mejor.
Consciente de su caricia como era, se le aceleró el corazón y se le secó la boca.
–¿De verdad? –preguntó.
–Cuando Paris te preguntó si su madre estaba en el cielo, le dijiste que sí aun
sabiendo que era atea, moli mou.
–Aun así puede que fuera al cielo –dijo Mai sin dudar–. Paris estaba preocupado por
ello. Quería que estuviese tranquilo.
–Debería haberte hablado de Krista hace mucho tiempo, pero no me gusta hablar de
ella. Me parece mal.
–Ahora entiendo por qué y naturalmente quieres ser fiel a su recuerdo –tenía el
nombre de Melita en la punta de la lengua, pero no quería destruir aquel momento de
cercanía con la sospecha y un conflicto potencial. La conversación sobre Krista ya era
suficiente por una noche.
–Tan dulce, tan cuidadosa… –William se inclinó hacia ella y le separó los labios con
la punta de la lengua. Con un beso era capaz de encender su deseo por él.
–Alguien tiene que serlo –bromeó ella apenas sin aliento.
William exploró su boca con la lengua y se le endurecieron los pezones. Sentía el
deseo invadiendo su cuerpo. Él le quitó el camisón de seda, acarició sus pechos con manos
firmes y estimuló los pezones con destreza. Ella gimió cuando él alcanzó su núcleo y emitió
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Lun Oct 12, 2015 10:55 am

un sonido de profunda satisfacción masculina al descubrir lo húmeda que estaba.
Le dio la vuelta, la atrajo hacia sí y le puso las manos en las caderas mientras
penetraba en sus profundidades aterciopeladas con fuerza y potencia. Gimió de placer por
encima de su cabeza y presionó su espalda contra él mientras hacía girar sus caderas.
Mientras la embestía, estimulaba su clítoris con dedos expertos. Mai alcanzó el clímax
cuando el calor de su interior se expandió y acabó explotando como una estrella. Temblorosa
y gimiendo de placer, cayó contra él, débil como un gatito y vacía de pensamientos.
–Duérmete –le dijo William, abrazado aún a su cuerpo tembloroso–. Mañana te
agotarás preocupándote por Eleni.
El hecho de que la conociera tan bien casi hizo que se carcajeara, pero estaba
demasiado cansada para hacerlo. Las preocupaciones por Melita y Eleni, junto con la pasión,
la habían agotado y se quedó dormida casi de inmediato.
Su primera noche de vuelta en Londres Mai la pasó con su madre, que estaba excitada
y preocupada por su inminente viaje a Grecia. Eleni ingresó en el hospital a la mañana
siguiente. Tanto la enfermera como el cirujano le habían explicado a Mai todo el
procedimiento, que duraría menos de una hora, pero ella seguía nerviosa, principalmente
porque la niña era muy pequeña para estar preparada para las incomodidades del
postoperatorio.
–Ya hemos hablado de todo esto –le recordó William con firmeza–. Es una operación
sin riesgo y se recuperará deprisa. Puede que no mejore su audición, pero le está costando
tanto empezar a hablar que merece la pena intentarlo.
Con Eleni acunada entre sus brazos, Mai parpadeó para contener unas lágrimas que la
avergonzaban, pues hacía tiempo que ella misma había decidido que la cirugía era el mejor
tratamiento disponible.
–Es que es tan pequeña y confiada…
–Como tú cuando te casaste conmigo –le dijo William con una sonrisa–. No tenías ni
idea de en qué te estabas metiendo, pero no ha resultado ser tan malo, ¿verdad?
–Pregúntamelo dentro de un año –le aconsejó Mai, que no estaba de humor para
alimentar su ego.
–Qué respuesta tan rencorosa cuando estoy intentando ser el marido perfecto –
bromeó él.
Mai se quedó mirando su hermoso rostro y le dio un vuelco el corazón como si fuera
una adolescente. ¿El marido perfecto? ¿Desde cuándo? ¿Y por qué? No se había quejado, así
que no podía ser a ella a quien estuviera intentando influir. Probablemente estuviera
intentando complacer a su abuelo, que estaba ansioso por ver sentar la cabeza al único nieto
que le quedaba. Pero ella no quería que William actuara solo para impresionar a Nectarios.
Eso haría que él se sintiera privado de su libertad, y no quería que el matrimonio le pareciera
una soga al cuello.
Mai acompañó a Eleni hasta la misma puerta del quirófano y después esperó fuera
con William. Él se había tomado el día libre, lo cual era sorprendente. Era cierto que había
salido varias veces a hacer y recibir llamadas, y que un ayudante le llevó documentos para
que los firmara, pero era tan impropio de él poner el trabajo en segundo plano que ella se
sentía muy agradecida por su apoyo.
La operación se realizó sin problemas y después Mai ocupó un asiento junto a la cama
de Eleni. Para entonces la niña ya empezaba a recuperar la consciencia. Mientras estaba
somnolienta parecía que no le dolía y, tranquilizada por la presencia de Mai a su lado, pronto
se quedó dormida. Una de las niñeras llegó para vigilarla mientras William se llevaba a Mai a
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Lun Oct 12, 2015 11:01 am

comer y a descansar un poco.
–Estás agotada. ¿Para qué tengo contratado un equipo de niñeras si tú estás así? Ven a
casa conmigo –dijo él cuando Mai empezó a dar cabezadas hacia el final de la comida.
Abrió los ojos y se quedó mirándolo.
–Debería estar allí si Eleni se despierta otra vez, y además hay una cama en su
habitación que yo puedo usar –le recordó–. No me pasaré la noche en vela.
–A veces has de anteponerte a todo lo demás.
Mai se tensó ante esa declaración y se puso pálida. ¿Se diría eso a sí mismo cuando
necesitaba algo más exótico de lo que la cama marital podía ofrecerle? ¿La lujuria o el
aburrimiento serían sus excusas? ¿Acaso necesitaba una excusa o tal vez el sexo con Melita
era algo tan natural que no le parecía una traición de sus votos matrimoniales? Se quedó
estudiando sus rasgos; las cejas rectas, los ojos dorados sobre unos pómulos marcados y una
boca carnosa que podía transportarla al paraíso. Se le encendieron las mejillas y tuvo que
mirar para otro lado. Debía hablarle de Melita. ¿Por qué no lo hacía? ¿Cuándo habría un
momento adecuado para semejante discusión?
Decidió que con Eleni durmiendo en una cama de hospital no era el mejor momento.
Esa conversación no era algo a lo que quisiera lanzarse a ciegas. Tenía que saber exactamente
lo que planeaba decir y en ese momento le parecía un tema demasiado sensible para
abordarlo con la cabeza fría. No quería gritar ni llorar. Estaba decidida a mantener la
dignidad. Al fin y al cabo estaba enamorada de él y al finalizar el día tal vez solo le quedase
la dignidad, junto con la cáscara vacía de su matrimonio cuando ambos volvieran a refugiarse
tras sus respectivas barreras. ¿Volverían a compartir una cama después de esa conversación?
–¿Qué sucede? –le preguntó William de pronto–. Pareces preocupada. Eleni se pondrá
bien. Deja de hacerte esto. Ha sido una operación normal y ha salido bien.
–Lo sé… lo siento. Creo que estoy cansada –murmuró Mai, avergonzada de que la
conociera tan bien como para saber que estaba viviendo un infierno emocional. Melita era
una mujer despampanante; tenía que afrontar ese hecho. Todos los hombres de la taberna
entre quince y ochenta años se habían quedado mirándola. En ese instante, Mai no podía
olvidar que ella había tenido que ponerse a bailar medio desnuda en una barra para que su
marido quisiese convertir su matrimonio en algo real.
–Te preocupas demasiado por las cosas –añadió William negando con la cabeza–. Es
como si siempre estuvieras buscando problemas.
Mai estaba otra vez junto a la cama de Eleni cuando su móvil comenzó a vibrar para
anunciar que tenía un mensaje. Lo sacó del bolsillo de su chaqueta preguntándose si sería otra
vez Jon Townsend. En cuanto supo que iba a estar en Londres, le había pedido que comiera
con el personal de la organización. Demasiado preocupada por las necesidades de Eleni, Mai
había rechazado la propuesta. Pero en esa ocasión no era Jon quien le había escrito…
Estoy en Londres. Me gustaría verte en privado. Melita.
Asombrada por la idea al tiempo que advertía que la palabra «privado» estaba
enfatizada, Mai se quedó mirando el teléfono como si le hubiera mordido. ¿La amante de su
marido acababa de enviarle un mensaje? ¿Sería real? Aunque, ¿por qué extraña razón iba a
intentar alguien engañarla con un mensaje falso? Dando por hecho que el mensaje fuese
auténtico, ¿cómo diablos había conseguido Melita Thiarkis su número? ¿Lo habría
encontrado en el teléfono de William? Esa era la explicación más probable, y supuso un duro
golpe para ella, ya que hacía poco que había cambiado de número y, si Melita ya lo tenía, eso
indicaba que había tenido contacto con William recientemente.
Durmió muy poco aquella noche, incluso aunque Eleni no se despertó ni una sola vez.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Lun Oct 12, 2015 11:08 am

William apareció de camino a la oficina. Ella estaba en el pasillo y observó el interés que su
marido suscitaba entre las enfermeras. Con su complexión fuerte de hombros anchos y
vestido con un traje de diseño gris oscuro, William estaba espectacular. Eleni estaba igual de
impresionada y comenzó a balbucear de alegría cuando entró por la puerta.
Una extraña sonrisa suavizó la boca de William cuando dejó el paquete que llevaba en
la mano. Se agachó y tomó a la niña en brazos mientras se dirigía a ella en griego.
Y por primera vez Eleni respondió, mirándolo con sus enormes ojos negros. Las
palabras eran poco claras y la estructura de la frase inexistente, pero era una respuesta que no
habría dado antes de la operación.
–Me he dado cuenta de que se mostraba más atenta a lo que decía desde que se ha
despertado por la mañana –le dijo Mai–. Definitivamente oye mejor. Y ya no tiene la mirada
tan perdida cuando le hablas.
Mai ayudó a Eleni a desenvolver el rompecabezas de madera que William le había
comprado y sacó la mesita de la cama para que la niña la usara. Una enfermera asomó la
cabeza por la puerta y les ofreció una taza de café.
–No, gracias –respondió William–. Tengo una reunión a primera hora.
–Si el especialista cree que todo está bien, le darán el alta esta tarde –dijo Mai.
–Bien. Los chicos te han echado de menos esta noche –le informó William.
Si le hubiera dicho que él también la había echado de menos, Mai se habría lanzado a
sus brazos, pero esa declaración no salió de sus labios. Y nunca lo haría. William nunca decía
cosas sentimentales como esa. Estaba enamorada de un hombre que nunca le diría que la
amaba. ¿Y por qué iba a conformarse con sus encantos solamente cuando ya tenía a una
mujer como Melita e infinidad de amantes discretas a su disposición? Era un magnate
inmensamente rico y, en lo referente a las mujeres y el sexo, estaba malcriado y siempre sería
así. De alguna manera, no sabía aún cómo, tendría que aceptar esa realidad. Probablemente
ver cara a cara a Melita Thiarkis fuese un primer paso sensato para lograr su objetivo.
Tras tomar aquella decisión, y en cuanto William abandonó el edificio, Mai respondió
a la otra mujer para concertar una cita. Al fin y al cabo, ¿qué tenía que perder? A William no
le gustaría la idea de que se vieran, pero ¿por qué debería importarle eso a ella? Nunca lo
averiguaría. Sin embargo, si hubiera sido más sincero con la relación, probablemente ella
habría ignorado el mensaje de su amante. Melita respondió de inmediato y le pidió que se
reuniera con ella en el bar de su hotel en Chelsea a media mañana. Temerosa de tener aquel
encuentro en un lugar público, Mai le sugirió subir a su habitación.
A Mai le hubiera gustado poder elegir de entre toda su ropa antes de reunirse con
Melita. Pero viajaría directamente desde el hospital y le resultaría imposible, además se
despreció a sí misma por haber tenido una idea tan superficial. Probablemente le resultaría
imposible superar en estilo a una diseñadora de moda, se dijo a sí misma mientras se
refrescaba antes de dejar a Eleni con la niñera. Se detuvo a la salida para decirles a los de
seguridad que no los necesitaría y salió caminando del hospital.
El recepcionista le dio el número de habitación de Melita, situada en el primer piso.
Llamó a la puerta solo una vez antes de que esta se abriera. A Mai le pareció que Melita iba
vestida con demasiada elegancia para tomar un café a media mañana, con su chaqueta
brillante de corte bajo, su falda estrecha y sus zapatos de tacón altísimo.
–Maite… –murmuró Melita–. Me alegra que hayas aceptado venir, pero no le
contemos nada de esto a William. A los hombres no les gusta cuando actuamos a sus espaldas.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por asturabril Lun Oct 12, 2015 7:15 pm

Arrow Arrow I love you I love you
asturabril
asturabril

Mensajes : 4514
Puntos : 17502
Reputacion : 34
Fecha de inscripción : 19/08/2015

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por SuenoLR Mar Oct 13, 2015 5:54 am

Sique mi KAT
SuenoLR
SuenoLR

Mensajes : 4398
Puntos : 18435
Reputacion : 99
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 33
Localización : Atenas

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Mar Oct 13, 2015 10:29 am

asturabril escribió:Arrow Arrow I love you I love you


I love you I love you I love you I love you I love you
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Mar Oct 13, 2015 10:30 am

SuenoLR escribió:
Sique mi KAT


Ahora sigo mi Tonia
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Mar Oct 13, 2015 10:36 am

Capítulo 10
MAI advirtió que la amante de su marido, Melita, tenía más miedo a las
consecuencias que ella. Dado que ella no tenía intención de mantener su encuentro en secreto
a no ser que le conviniera, decidió no responder.
Melita ya tenía el café esperando en la habitación. Se sentó frente a Mai, proceso que
requirió de cierto tiempo y práctica con unos tacones de doce centímetros y una falda negra
tan ceñida que reventaría bajo demasiada presión. Melita caminaba por la delgada línea entre
la sensualidad y la ordinariez.
–No creí que William volvería a casarse –dijo sin más preámbulos–. Pero somos
adultas. No hay razón para que no podamos ser… amigas lejanas.
«Solo una razón», pensó Mai. «Si te acuestas con mi marido, puede que intente
asesinarte».
–William y yo hemos estado muy unidos durante muchos años –le dijo Melita con una
sonrisa de satisfacción.
Mai apretó los labios y fingió dar un sorbo al café que Melita le había servido.
–Ya me lo imaginaba.
–No tengo intención de meterme en tu territorio –declaró Melita–. Nunca he querido
ser esposa ni madre, así que no deseo lo que tú tienes.
–Pero sí deseas a William –se oyó decir Mai sin poder evitarlo.
–Cualquier mujer lo desearía –contestó la otra–. Pero no hay razón para que no
podamos compartirlo.
–Solo una –murmuró Mai–. Yo no comparto.
Melita arqueó las cejas sorprendida ante aquel comentario.
–¿Eso es una declaración de guerra?
–Es lo que tú quieras. ¿Por qué me has invitado a venir?
–Quería asegurarte que no deseo dañar tu matrimonio. William necesita una esposa
que haga las cosas típicas como cuidar de las casas y de los niños. Naturalmente, soy
consciente de que es un matrimonio de… digamos… –Melita pareció cohibida por un
momento– ¿conveniencia mutua?
–Oh, cielos. ¿Eso es lo que te ha dicho William? –preguntó Mai con una habilidad
interpretativa de la que no se creía capaz, pues se negaba a dejarse intimidar por el nivel de
conocimiento que Melita pudiera tener sobre las razones de William para casarse con ella–. A
los hombres les cuesta mucho dar malas noticias. Me temo que nuestro matrimonio es algo
más que de conveniencia.
–Si con eso quieres decir que William comparte tu cama, ya me lo esperaba. Al fin y
al cabo, tú estás allí donde yo no puedo estar y él es un hombre, muy hombre.
Durante un segundo, Mai sintió tantas náuseas que estuvo a punto de salir corriendo
al cuarto de baño y vomitar el desayuno del hospital. No podía imaginarse a Melita desnuda y
pegada a Sergios. Eso le dolía como un puñetazo en el estómago. Tampoco podía soportar
pensar que ella era una sustituta sexual, una especie de comida rápida y barata en vez del
gran banquete de sensualidad que imaginaba que Melita podría ofrecerle.
–¡Espero que te des cuenta de que tu marido sigue acostándose conmigo cada vez que
puede! –Melita abandonó toda fachada cívica y la miró con los ojos encendidos–. Estuvo
conmigo en vuestra noche de bodas y no tengo intención de renunciar a él.
–Lo que tú digas –contestó Mai, dejó la taza sobre la mesa con cuidado y se puso en
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por EsperanzaLR Mar Oct 13, 2015 10:45 am

pie de nuevo con toda la dignidad que pudo–. Creo que ya hemos compartido demasiado. Si
vuelves a ponerte en contacto conmigo, se lo diré a William.
–¡No te atrevas a amenazarme! –exclamó Melita.
Mai salió de la habitación y no miró hacia atrás ni respiró hasta que estuvo a salvo en
el ascensor. William seguía acostándose con su amante y había estado haciéndolo desde la
primera noche de su matrimonio. ¿Por qué le sorprendía tanto? ¿Qué esperaba? ¿Que un
hombre con una libido tan activa se conformara con un matrimonio platónico? Eso nunca
había sido una posibilidad. Antes de casarse ella había accedido a que él mantuviese su
relación con Melita. William le había dicho desde el principio que no era negociable. Tras
recibir esa advertencia, ella había elegido ignorarla y permitir que el matrimonio fuese mucho
más real de lo que ninguno de los dos había previsto.
Al abandonar el hotel, Mai tenía la mirada perdida, la cabeza hecha un lío y las
emociones a flor de piel. No sabía adónde iba, pero sabía que no podía regresar al hospital en
ese estado, y tampoco involucraría a su madre estando tan triste. Su móvil comenzó a sonar.
Era Jon Townsend. Suspiró con resignación y, agradecida por la distracción, respondió la
llamada. Jon la invitó a su apartamento a comer con la relaciones públicas de la organización.
Al menos era un sitio al que ir, algo que hacer en un mundo que se tambaleaba a sus pies, así
que aceptó y se subió a un autobús, demasiado absorta en sus pensamientos como para darse
cuenta de que estaban siguiéndola.
William ya había cancelado las reuniones y abandonó el despacho con la intención de
reunirse con Maite en el hospital. La noticia de que se había encontrado con Melita había
sido como un torpedo. ¿Cómo había ocurrido aquello? ¿Qué había hecho él para merecer ese
resultado? Con un sentimiento de injusticia y la sospecha de que estaba siendo engañado,
Sergios no estaba de humor para recibir la segunda noticia del guardaespaldas. ¿Maite había
entrado en un apartamento propiedad de Jon Townsend?
–Maite… –desde que Mai entró por la puerta, se arrepintió de haber accedido a ir a
comer. Jon estaba solo. Al parecer, la relaciones públicas estaba atrapada entre el tráfico. Por
desgracia, el efusivo recibimiento de su anfitrión hizo que se sintiera aún más incómoda.
Jugueteó con la ensalada de su plato y por tercera vez intentó desviar la conversación
hacia el tema de la organización benéfica y alejarse de los viejos tiempos sobre los que Jon
parecía tan interesado.
–Estábamos muy unidos por entonces –dijo Jon.
–No tanto como yo pensaba en esa época. Aún éramos muy jóvenes –contestó Mai.
–No me di cuenta de lo mucho que significabas para mí hasta que ya era demasiado
tarde y te había perdido.
–A veces ocurre –Mai intentó sonreír, pues no estaba de humor para aguantar los
evidentes intentos de Jon por resucitar su pasado en común–. Si hubieras sido feliz conmigo,
no te habrías ido con otra.
Jon le cubrió una mano con la suya y a ella le molestó tanto que estuvo a punto de
clavarle el tenedor con la otra.
–Jenna…
Mai levantó la mano para hacerle callar.
–Para. No quiero saber nada de tu matrimonio, Jon. No es asunto mío.
–Tal vez quiera que sea asunto tuyo.
–Me parece que estás yendo por el camino equivocado. Estoy enamorada de mi
marido –respondió Mai con impaciencia–. Y creo que ya es hora de que me vaya. Quiero
regresar al hospital.
EsperanzaLR
EsperanzaLR

Mensajes : 17168
Puntos : 33420
Reputacion : 389
Fecha de inscripción : 16/08/2015
Edad : 38
Localización : CHANIA-CRETA-GRECIA

Volver arriba Ir abajo

Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham  - Página 4 Empty Re: Web Novela "Boda sin sentimientos" De Lynne Graham

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 4 de 6. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.