Re: WEBNOVELA "Humillación" DE KATE WALKER

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:35 am

Maite.
Debía de creer que con aquella mirada parecía furiosa, pero la realidad era que, ataviada con aquel albornoz que le quedaba enorme y toda mojada, parecía una gatita que hubiera caído en una bañera llena de agua y que hubiera salido medio ahogada arañando y maullando. Aquello hizo que se apiadara de ella.
-Seguro que encuentras algo que ponerte en el armario de Ramón.
-Claro...
Al ver que se relajaba, William comprendió que no se le había ocurrido aquella solución y que la sola idea de tener que pedirle ropa a él la disgustaba sobremanera.
Ahora, el disgustado era él y no sabía por qué.
¿Cómo era que aquella mujer era capaz de acostarse con él y entregarle su cuerpo y la idea de ponerse su ropa la hacía palidece, William tuvo que hacer un gran esfuerzo para no soltarle un par de improperios mientras la veía correr hacia la habitación de su hermano.
Claro que el enfado seguía allí cuando Maite volvió ataviada con una enorme camiseta azul marino.
-Bueno, entonces, ¿hablamos o qué? -la increpó.
Maite hizo una mueca de disgusto ante su tono.
-¿Te sientes a gusto o, a lo mejor, quieres taparte también los tobillos? -se burló.
-No sé por qué dices eso.
-¿Quieres unos calcetines?
-No te entiendo.
-¡Por lo visto, debes de temer que salte sobre ti si dejas un solo centímetro de tu piel al descubierto!
-¡No me he vestido por eso! -se defendió Maite.

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:39 am

-¿Ah, no?
-¡No!
Tras quedarse mirándose a los ojos, los dos visiblemente acalorados, Maite decidió romper el contacto visual y se fue hacia unas de las butacas que había en el dormitorio.
-Querías hablar, ¿no? Pues hablemos.
No lo había dicho, pero era obvio que estaba pensando que, así, cuanto antes hablaran, antes se podría ir a su casa.
-Más bien, eras tú la que querías hablar -le recordó William sentándose también.
Ojalá no hubiera mencionado nunca sus tobillos.
Ahora, no podía dejar de mirarlos. Eran realmente bonitos.
-Has venido a proponerme un arreglo, ¿no? -le recordó al ver que Maite no hablaba.
-¡Lo que es obvio es que no he venido a acostarme contigo! -le espetó ella.
-Si tú lo dices -murmuró William con incredulidad.
Aquello fue lo último.
Desde que había llegado a casa de su hermano, nada había salido como ella lo tenía planeado.
Desde que había conocido a William Taverner en aquella maldita fiesta de Londres, su vida se le había escapado de las manos y Maite necesitaba desesperadamente volver a tomar las riendas de su existencia.
-¡Ya no puedo más! -explotó-. ¡Me tienes harta! ¡No quiero Hablar contigo! ¡Me voy a mi casa! -añadió poniéndose en pie.
-¿Huyendo de nuevo, señorita Alcolar? -le espetó Jake.
-¡No estoy huyendo!
Maite se giró hacia él y lo miró enfurecida.

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:42 am

-No estoy huyendo -repitió-. Para que lo sepas, nunca he huido de ti.
-¿Ah, no? ¿Y la noche de Londres? Me parece recordar que te fuiste sin ni siquiera despedirte.
Maite observó horrorizada cómo William se ponía en pie.
-Maite, me lo tendrías que haber dicho. Si estabas asustada porque eras virgen...
-Sí, claro... y habrías parado, ¿verdad?
-¡Claro que sí! -contestó William enfadado-. ¡Por lo menos, tendrías que haberme dado la oportunidad de elegir!
Iba hacia ella y estaba visiblemente enfadado.
-¿Acaso me diste esa oportunidad? ¿Eh? ¿Me la diste?
-No -admitió Maite con voz trémula.
Sentía unas inmensas ganas de dar varios pasos atrás, pero se obligó a quedarse en el sitio donde estaba y a aguantar sus recriminaciones.
-No -dijo William
Para alivio de Maite, se paró en seco a unos metros de ella y se quedó mirándola.
-No -repitió-. No sólo no me dijiste nada sino que, además, te fuiste sin que me diera cuenta.
-Fue mejor así, ¿no?
A Maite no le estaba sentando nada bien que William la hiciera sentirse culpable cuando había sido ella a la que le habían tomado el pelo, a la que habían utilizado aquella noche.
-¿Fue mejor?
William frunció el ceño y se quedó considerando aquella última acusación. Su mirada desasosegaba a Maite. Lo cierto era que parecía que no sabía de lo

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:44 am

que le estaba hablando.
-¿Por qué dices eso?
-Porque, si me hubiera quedado, la escenita con tu novia podría haber sido un tanto desagradable -contestó Maite.
¡Maldición!
Maite se había jurado a sí misma que jamás mencionaría aquello, que antes prefería morir que dejar que viera lo mal que la había hecho sentir al utilizarla y humillarla aquella noche.
No quería que lo supiera porque, entonces, sabría que había vuelto, que en realidad no había sido capaz de irse hasta haber sabido a ciencia cierta que la había engañado por completo.
Entonces, había vuelto a casa de Antonia completamente destrozada y su amiga se había hecho cargo de la situación, contestando cuando William había tenido la caradura de llamar fingiendo preocupación y abriéndole la puerta al día siguiente y soltándole aquella frase lapidaria.
-Mi novia... ¿te refieres a Karen?
-No sé cómo se llama, pero es... alta...
-Sí, muy rubia, rubia platino -contestó William.
La rapidez con la que había caído en quién era la mujer de la que le estaba hablando hizo que Maite sintiera náuseas.
Pobre estúpida que incluso ahora era tan ingenua como para agarrarse a la leve esperanza de que, tal vez, aquella Karen no fuera su novia.
-Lleva el pelo muy corto y es muy delgada... -continuó William.
-Sí, y tiene llaves de tu casa y entra como si viviera allí -concluyó Maite
No quería recordar, pero no lo pudo evitar.
-Las tenía -la corrigió William-. Ya no las tiene. Yo creía que me las había devuelto, pero había hecho una copia.

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:47 am

Maite lo miró furibunda.
¡Ya se le podía haber ocurrido algo mejor!
¿No podría haberse buscado una excusa más convincente?
¡Dios mío!
¿Pero en qué estaba pensando?
¡Una excusa más convincente!
¿Quería que la convenciera?
Sí, lo cierto era que Maite quería que William le dijera que la visita de aquella mujer había sido por un motivo completamente inocente.
Quería que le dijera que no significaba absolutamente nada para él.
¡Y ella, la muy tonta, estaba dispuesta a creerle!
Maite no podía soportar estar en la misma habitación que él, no podía soportar verlo más, así que se colgó el bolso al hombro y fue hacia la puerta a toda velocidad.
Obviamente, esperaba que Jake la volviera a acusar de huir.
Sorprendentemente, no fue así.
Solamente dijo una palabra.
Su nombre.
-Maite...
«¡Deja que se vaya, idiota!», se dijo William a sí mismo furioso. «Deja que se vaya y vuelve a tu vida, recupera la cordura».
Jamás había corrido detrás de una mujer y no tenía intención de comenzar a hacerlo ahora.
La cierto era que jamás había reaccionado ante una mujer como lo había hecho con Maite Alcolar.
Desde que la había conocido, su vida estaba patas arriba, estaba obsesionado con ella, una pasión de la que no se podía librar se había apoderado de él.

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:49 am

De no haber sabido que iba a estar en la boda de Ramón, la habría buscado por todas partes, habría removido cielo y tierra hasta encontrarla.
Sí, habría hecho lo que hubiera sido necesario para volver a verla una vez más.
«No, mentiroso, admite que eso no es cierto».
Volver a verla una vez más no habría sido suficiente.
Desde el principio, había tenido claro que la quería en su cama, que no podría descansar hasta haber experimentado la satisfacción sexual que había sospechado instintivamente que aquella mujer podría producirle.
De no haberlo conseguido, habría estado toda la vida recordándola.
Y, desde luego, había sido tan maravilloso como lo había soñado. Lo cierto era que había sido mejor de lo que había imaginado.
Lo malo era que hacer el amor con ella no había hecho sino acrecentar su deseo.
Todo lo contrario a lo que buscaba.
La seguía deseando.
Su cuerpo se moría al ver que se iba, sus labios se morían por besarla de nuevo, su mente se negaba a olvidarla.
La necesitaba más que nunca.
No podía soportar la idea de que saliera de su vida y no la fuera a volver a ver.
Si dejaba que se fuera, sabía que jamás la podría olvidar, sabía que no podría dejar de pensar en ella nunca, que jamás descansaría, que no volvería a dormir bien.
Y, cuando estuviera dormido, soñaría con ella, como le había pasado durante aquellos días que habían estado separados.
Sería un tormento que lo acompañaría hasta despertarse, frustrado y

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:51 am

excitado.
¿Quería volver a sentirse así?
¡Claro que no!
La había llamado, pero Maite ni se había inmutado.
Seguía avanzando hacia la puerta.
William tenía muy claro que, si salía por aquella puerta, la perdería.
Tenía que tomar una decisión. Ahora o nunca.
Así que se lanzó tras ella y la agarró del brazo.
-¡Maite, no!
Maite no se había dado cuenta de que lo tenía detrás hasta que sintió su mano en el brazo.
Al tenerlo tan cerca, se le antojó que era más alto, más fuerte y más peligroso que nunca.
Maite no se sentía con fuerzas como para mirarlo a los ojos, así que prefirió concentrarse en uno de los tres botones del polo que llevaba.
No quería mirarlo porque, entonces,William se daría cuenta de que estaba al borde de las lágrimas y aquello ya sería la última humillación.
-¿Lo vas a volver a hacer? -le preguntó en tono áspero.
Maite levantó la cara en actitud desafiante y parpadeó varias veces para borrar todo rastro de lágrimas de sus ojos.
-¿Hacer qué?
Había intentado sonar fría e indiferente, pero se le había quebrado la voz.
-¿Vas a volver a irte sin darme la oportunidad de decir algo, de explicarme?
-¿Acaso tienes una explicación?
-Sí -contestó William-. ¿Te importaría escucharme?
A Maite no le apetecía nada escucharle, pero hubo algo en la voz de William

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:53 am

que le llamó la atención y provocó en ella curiosidad.
Tal y como lo había dicho, era obvio que William no se iba a justificar, que sólo hablaría si a ella le interesaba lo que tuviera que decir.
¿Quería escuchar lo que tuviera que decirle?
No estaba segura.
Maite apretó las mandíbulas.
-Muy bien -dijo William soltándola y abriendo la puerta-. La verdad es que prefiero que te vayas y que no vuelvas.
Aquellas palabras provocaron un terrible dolor en ella.
Era consciente de que le había mentido, de que había estado jugando con ella y utilizándola en Londres.
Entonces, ¿por qué le dolía tanto que no quisiera darle una explicación?
Maite dio un par de pasos al frente.
William se quedó mirándola.
-¿Qué le digo a mi padre? -preguntó con voz trémula.
-Seguro que se te ocurre algo -contestó Jake con frialdad.
Sin embargo, hubo algo en su mirada que hizo que Maite no siguiera avanzando.
-Está bien, te escucho -accedió por fin.
Si esperaba ver alivio o satisfacción en su rostro, estaba muy equivocada. William tomó aire y se lanzó.
-Karen y yo estuvimos saliendo un tiempo, pero entre nosotros no había nada importante. Por lo menos, yo lo tenía claro. Por lo visto, ella no tanto. Unos días antes le había dicho que lo nuestro había terminado y le había pedido que me devolviera las llaves de mi casa. No tenía ni idea de que había hecho otra copia y te aseguro que no tenía ni idea de que se iba a presentar en mi casa aquella noche como si siguiéramos siendo novios.

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:56 am

Era obvio que William estaba siendo sincero.
Ya no sentía nada por la tal Karen.
¿Era suficiente?
Maite temía que sí.
-Estaba fuera de viaje en un pase de modelos y volvió un día antes con la idea de darme una sorpresa -continuó William.
A continuación, cerró un poco la puerta, dejándola entornada. Obviamente, creía que había ganado.
-Lo que no entiendo es cómo la viste. Creía que te habías ido.
-Así fue.
Maite no quería contarle la verdad porque aquello incluía admitir que no había sido capaz de dejar de pensar en él y eso podía ser muy peligroso.
-¿Entonces?
-Volví. William asintió.
-Así que volviste -murmuró satisfecho-. Huiste de mí, pero volviste.
-Tuve miedo, me asusté y huí, pero...
No, no podía seguir adelante. No podía admitir que no había sido capaz de deshacerse del encantamiento sensual que había entre ellos.
-Volví y vi cómo Karen sacaba la llave del bolso y entraba...
-Y, si te hubieras quedado un ratito más, la habrías visto salir -le dijo William recordando la llegada de su ex novia.
Entonces, había creído que era Maite y había sentido una gran decepción al ver que era Karen.
No se había mostrado en absoluto educado con la modelo, ni siquiera había intentado ser amable.
Estaba enfadado porque no había podido obtener la satisfacción sexual que Maite había estado a punto de darle y a la que quería ver era a ella.

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 10:58 am

-Estuvo en mi casa sólo el tiempo suficiente como para devolverme la copia de mis llaves. Le dije que se fuera.
Maite parecía sorprendida.
¿O acaso era alivio lo que reflejaba su rostro?
De repente, William se encontró recordando aquella noche bajo una perspectiva completamente diferente.
Entonces, comprendió que la terrible frase de Antonia no era un mensaje insultante de una mujer a la que no le importaba, sino la respuesta dolida de una mujer virgen que se había creído utilizada.
-Le dije que no volviera y salí a la calle a buscarte, pero no estabas.
-¿Por qué? -quiso saber Maite
-¿Por qué? -suspiró Will pasándose la mano por el pelo-. Maite, ¿pero tú me escuchas cuando hablo? Ya te lo dije una vez... te quiero a ti y sólo a ti. Por eso no quiero que te vayas.
-¿De verdad? -dijo Maite mirándolo con los ojos muy abiertos.
-De verdad -contestó William arriesgándose a dar un paso al frente-. Quiero que te quedes porque quiero hacer esto... -añadió acariciándole el pelo.
Maite se estremeció, pero no cedió.
-Y esto... -continuó William acariciándole el hombro y subiendo por su cuello hasta acariciarle la mejilla.
Maite se sentía como un animal a medio domar que reconoce las caricias de su amo, pero no acaba de fiarse.
-Y esto... -concluyó William besándola.
Maite no tuvo más remedio que besarlo también ante la insistencia de sus labios y de su lengua.
¡Qué bien se sentía entre sus brazos!

por EsperanzaLR Lun Sep 28, 2015 11:00 am

Pero, pronto, besarse no fue suficiente y se encontraron desnudándose el uno al otro, acariciándose, explorándose, tocándose...
El deseo y la pasión, el hambre y la sed se apoderaron de ellos con tanta intensidad que las ropas cayeron al suelo.
Ambos se encontraron siendo arrastrados por una tormenta de placer.
Las sensaciones se apoderaron de sus cuerpos y de sus mentes, haciéndolos sentir cada vez más, cada vez con más intensidad.
Hasta que fue demasiado y ambos se dejaron ir, alcanzando un climax maravilloso del que salieron reforzados.
Después, pasó un buen rato hasta que pudieron moverse e incluso comenzar a pensar de nuevo con normalidad.
Por fin, William tomó aire y habló.
-Oh, Maite... querida señorita Alcolar, ahora sí que tenemos una razón de peso para fingir que estamos comprometidos. ¿Qué diría tu querido padre si se enterara de lo que ha pasado hoy aquí?

por asturabril Lun Sep 28, 2015 10:56 pm

por SuenoLR Mar Sep 29, 2015 4:47 am

Sique mi Kat!

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 10:58 am

asturabril escribió:

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:00 am

SuenoLR escribió:Sique mi Kat!

Ahora sigo mi Tonia

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:01 am

Capítulo 14
Ahora sí que tenemos una razón de peso para fingir que estamos comprometidos».
A Maite le habría encantado poder dejar de recordar aquellas palabras. Ojalá jamás las hubiera oído. Ojalá las pudiera olvidar.
Sin embargo, las había oído y no las podía olvidar.
Lo único que podía hacer era intentar no pensar en ellas.
Sí, eso era exactamente lo que iba a hacer.
A lo mejor era una debilidad y, probablemente, era una locura, pero era la única manera que se le ocurría de poder soportar la situación.

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:03 am

Porque estaba decidida a sacar algo positivo de todo aquello.
Estaba perdidamente enamorada de William y quería pasar todo el tiempo que pudiera con él.
No le iba a pedir que la amara porque sabía que eso era un sueño, como pedir la luna, pero, por lo menos, sabía que sentía por ella una pasión física desmesurada, tal y como le había demostrado varias veces, siempre que iba a casa de Ramón.
Al menos, la pasión los uniría.
En cualquier caso,William había decidido quedarse un tiempo. ¿Por qué si no había insistido en que continuaran con la farsa del compromiso?
Seguro que no era solamente para complacer a su padre. Conocía lo suficiente a William Taverner como para saber que no hacía nunca nada para complacer a los demás si no le complacía a sí mismo.
Así que, si había elegido quedarse, era porque realmente le apetecía y Maite estaba dispuesta a aprovechar la ocasión para estar con él todo el tiempo que pudiera.
Pronto volvería a Inglaterra. Aunque, a lo mejor, accedía a mantener una relación a distancia, Maite era consciente de que aquello no duraría mucho.
Y, al final, se tendría que enfrentar a la angustia de perderlo.
De momento, tenía que aprovechar.
William estaba en Barcelona.
Claro que había momentos en los que saber que nada era como su familia creía, o como a ella le gustaría que fuera, era casi insoportable.
Por ejemplo, el día en el que William había hablado de un anillo de compromiso.
-¿No crees que deberíamos buscar un anillo? -había sugerido mientras tomaban un café tras haber dado un paseo por la ciudad.
-¿Un anillo? -había contestado Maite sorprendida.

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:08 am

-Sí, un anillo de compromiso -había contestado William tan tranquilo.
-¿Y para qué quiero yo un anillo de compromiso?
-Bueno, lo normal es que las parejas que están comprometidas compren un anillo de compromiso.
-Ya, pero tú y yo no somos una pareja normal en ese sentido porque, en realidad, como tú sabes muy bien, no estamos comprometidos.
En aquel momento, la mirada que William le había dirigido había hecho que Maite se estremeciera a pesar de que era media mañana y hacía calor.
-Si quieres que la gente crea que estamos comprometidos, hay que mantener las apariencias.
-¿Y qué te hace pensar que a mí me importan las apariencias?
-Creía que ésa era una de las cosas que a tu padre y a ti os importaban más -había contestado William con frialdad.
Obviamente, se refería a lo que había sucedido en la boda de Ramón.
-Eso fue porque tú le hiciste creer... porque le hiciste creer que nos habíamos acostado.
-Y aquello no le hizo mucha gracia.William estaba muy concentrado dándole vueltas al café, pero Maite tenía la impresión de, que estaba completamente pendiente de ella, de sus contestaciones y sus reacciones.
-A mí me dio la impresión de que tu padre creía que habías defraudado a la familia -murmuró William con sarcasmo.
-Mi padre es muy antiguo en algunas cosas. Piensa que una joven no debe...
-¿No debe arrojarse a los brazos de un joven y llevárselo a la cama?
-¡Yo no me he arrojado a tus brazos en ningún momento! -se defendió Maite
-Tampoco saliste corriendo, si mal no recuerdo -le recordó William-. Y la noche de Londres, me parece recordar que fuiste tú la que hizo casi todo.

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:11 am

Maite sintió cómo se sonrojaba de pies a cabeza y tuvo que dejar la taza de café sobre la mesa, pues le temblaba tanto la mano que temía derramar el contenido.
-Bueno... había bebido.
-No, no habías bebido -la contradijo William-. Lo sé porque yo te serví las copas de vino y bebiste exactamente lo mismo que yo.
-En...
Maite intentó contestar, pero, ¿qué podía decir? ¿Cómo explicar un comportamiento que ni ella misma entendía?
No lo entendía entonces, por supuesto, porque ahora comprendía que lo que había ocurrido en Londres había sido que estaba empezando un increíble enamoramiento, un enamoramiento que había resultado ser precursor de una experiencia que le había cambiado la vida.
Entonces había sido cuando había comenzado a enamorarse de William Taverner.
Por supuesto, eso no se lo iba a decir.
¿Cómo le iba a decir algo así a un hombre que le acababa de sugerir la compra de un anillo de compromiso como si tal cosa, sin ningún tipo de emoción?
-Entonces no pensaba con claridad. Lo cierto era que no pensaba en absoluto, pero aquello tampoco lo iba a admitir.
-¿Y tampoco pensabas con claridad cuando te fuiste corriendo?
William tuvo que admitirse a sí mismo que aquella pregunta le había estado rondando la cabeza desde el primer momento.
Realmente necesitaba una contestación.
No le gustaba la idea de que, al no saber que era virgen, pudiera haberse comportado de manera poco considerada, haciendo que Maite huyera de su

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:13 am

casa presa del pánico.
Maite se quedó pensativa.
-La verdad es que me parece que en aquellos momentos no pensaba en nada.
Aquello no aclaraba la duda de William, así que no tenía más remedio que preguntar más directamente.
-¿Te asustaste de mí?
-¿Cómo? -dijo Maite mirándolo con los ojos muy abiertos-. Claro que no...
Aquello hizo que William suspirara aliviado.
-Lo cierto fue que me asusté de mí misma -añadió Maite de manera sorpresiva.
-No te entiendo.
-Me asusté de mí misma porque... me dejé llevar por completo.
William la miró con el ceño fruncido y Maite tomó aire y suspiró.
-Bueno, esto es un poco vergonzoso. Ya sabes que mi padre ha tenido una vida amorosa bastante complicada. Tengo un hermano y dos hermanastros, eso también lo sabes.
-Sí, sé que Ramón y Alex son hijos de dos mujeres diferentes.
No era el momento de contarle a Maite que sabía más sobre su familia de lo que ella imaginaba.
¿De qué serviría decírselo? Probablemente, lo abandonaría si lo hiciera.
En cualquier caso, algún día, inevitablemente, su relación terminaría porque ninguno de los dos había ofrecido ningún tipo de compromiso y, desde luego, Maite no había mostrado ningún interés en querer algo más.
Claro que eso no quería decir que hubiera que forzar las cosas y hacer que su relación terminara antes de que la pasión se extinguiera.
De eso no les faltaba y William estaba decidido a agarrarse a ello hasta que

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:16 am

Maite se lo permitiera.
-¿Y cómo te sentiste cuando tus hermanastros aparecieron un día de repente y anunciaron quiénes eran?
¿Le estaba preguntando cómo se había sentido cuando se había enterado de que su padre era un canalla que no había sido capaz de serle fiel a su madre?
Por cómo lo miró, William se dio cuenta de que había puesto el dedo en la llaga, en un recuerdo que resultaba doloroso para Maite.
-Supongo que no sería fácil -la animó.
-Supones bien -contestó ella-. Ramón se enfrentó a la situación dando la cara. Un día, entró en el despacho de mi padre y le exigió que le contara la verdad diciéndole que no pensaba irse hasta que hubiera obtenido una respuesta. Con Alex... fue diferente.
-¿Qué ocurrió?
-No quería que nadie se enterara de que era hijo de mi padre. Pidió trabajo en su empresa y se lo dieron. Se puso a trabajar para mi padre durante un tiempo para ver qué ocurría -le explicó Maite nerviosa.
-¿Y?
-Bueno... yo no sabía quién era... en aquel entonces apenas tenía diecisiete años y... me enamoré perdidamente de él.
-Madre mía.
-Al final, por mí, tuvo que adelantar los acontecimientos y decir quién era antes de lo que tenía previsto. Se portó de maravilla conmigo en todo momento y, en cualquier caso, aunque no hubiera sido su hermana, ya había conocido a la mujer de su vida.
-¿La mujer con la que está casado?
-Sí, Louise -contestó Maite-. Están hechos el uno para el otro y son muy felices.

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:21 am

Sí, Alex y Louise eran muy felices, compartían una felicidad que Jake y ella jamás podrían tener.
No había hecho falta que lo dijera. William lo percibió en su voz y en sus ojos, pero su mente no lo procesó en aquellos momentos porque estaba pensando en Alex.
Entonces, se dio cuenta de que los dos eran altos, de pelo rubio y ojos claros, pómulos altos, mandíbulas cuadradas, labios voluminosos, fuertes...
Desde luego, alguien que no lo hubiera sabido podría haber creído que eran hermanos.
Aquello hizo que William se preguntara, muy a su pesar, si Maite no se habría fijado en él porque le recordaba a aquel amor prohibido, a aquel hombre que, al ser su hermano, jamás podría tener.
Aquella idea lo hizo sentir incómodo.
-Has dicho que te asustaste de ti misma. ¿Qué querías decir exactamente? Mercedes desvió la mirada.
-Yo... normalmente, no me comporto así. La verdad es que suelo ser una persona que se piensa mucho las cosas antes de actuar. Cuando me enteré de la existencia de Ramón y de Alex, me di cuenta de que la irresponsabilidad de mi padre había hecho trizas mi familia y la de otros y me juré a mí misma que siempre tendría cuidado y siempre pensaría bien las cosas antes de actuar. Aquella noche en Londres me di cuenta de que podía ser tan impulsiva como mi padre y aquello me dio pánico.
Lo que le había dicho era verdad, pero lo que no estaba dispuesta a admitir era que aquello sólo le había pasado con un hombre.
Con él.
Incluso cuando creía haber estado completamente enamorada de Alex no había sentido lo que sentía por William. Jamás había experimentado un deseo sexual tan fuerte por nadie.

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:23 am

Maite estaba firmemente convencida de que, al igual que sus hermanos, para ella sólo había un hombre sobre la faz de la tierra y, cuando lo encontrara, se enamoraría perdidamente y querría ser su esposa.
Y aquello había ocurrido.
Se había enamorado perdidamente, se había enamorado tan perdidamente, que sabía que no iba ser capaz de amar a otro hombre jamás.
Lo malo era que el hombre del que se había enamorado no sentía lo mismo por ella y, desde luego, no parecía dispuesto a hacerla su mujer.
Era obvio que William sólo pensaba en el aquí y el ahora y ella iba a tener conformarse.
-Mira, a mí me han educado insistiendo mucho en el respeto y la reputación y, por eso, mi padre se mostró tan sorprendido. Sí, ya sé que son valores absurdos para juzgar a una mujer del siglo XXI, pero ya te he dicho que mi padre es bastante retrógrado.
-Desde luego, tu padre es un hipócrita. Él hace lo que le da la gana y exige a las mujeres que sean «respetables». No es ningún santo. Tiene tres hijos y cada uno de una madre diferente.
-Sí, él es el primero en admitirlo.
-¿De verdad?
Aquello había sorprendido a William sobremanera y Maite se había dado cuenta de ello. Aquello la enfadó porque William tenía una idea de su padre muy negativa y no lo conocía de nada.
-Para que lo sepas, mi padre ha admitido que actuó mal en el pasado, pero era joven y no pensaba lo que hacía. Se arrepiente de ello.
-Demasiado tarde -contestó William muy serio-. Todas las mujeres con las que tuvo hijos han muerto, ¿verdad? ¿Se lo dijo a alguna de ellas?
-Se lo dijo a mi madre -contestó Maite-. Cuando apareció Ramón diciendo que mi padre era su padre, mi madre se enfadó mucho, pero hablaron

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:25 am

y, al final, se reconciliaron y su unión se hizo más fuerte.
-En cualquier caso, me parece un acto de hipocresía imperdonable por parte de tu padre tratarte cómo te trató el otro día en la boda de Ramón.
-Eso es diferente.
Mercedes se estaba poniendo nerviosa. Aquel tema de conversación la incomodaba, así que se puso en pie dispuesta a irse, pero William la agarró del antebrazo.
-Espera, no tan deprisa -le dijo-. ¿Por qué es diferente?
Desde luego, aquel hombre era como un terrier. Cuando encontraba un hueso, se aferraba a él y no lo soltaba por nada del mundo.
Al defender a su padre, Maite se había adentrado en territorio peligroso, un territorio plagado de minas emocionales.
-Simplemente, es diferente.
-Maite... -insistió William
-¿Nos vamos?
-Maite-dijo William poniéndose en pie. Maite se encontró mirándolo a los ojos.
-William...
-¿Por qué dices que es diferente? -insistió él.
Maite sabía que no se iba a dar por vencido, así que tomó aire y se lanzó.
-Estaba todo el mundo -mintió-. Mi padre sabía lo que había ocurrido con Estrella y no quería que a mí me hicieran lo mismo.
-¿Y qué más?
Obviamente, William se había dado cuenta de que no era sólo por eso.
-Y... y mi padre sabe lo que le prometí a... mi madre.
-¿A tu madre?
Aquello lo había tomado completamente por sorpresa.

por EsperanzaLR Mar Sep 29, 2015 11:28 am

-¿Qué le prometiste?
-Le prometí que...
Maite era consciente de que tenía que contar la verdad. De no hacerlo, William se daría cuenta.
-Le prometí que no me acostaría con un hombre al que no amara, que no le daría mi virginidad a un hombre que no supiera valorarla.
Si lo hubiera abofeteado, habría sido mejor.
William se había quedado completamente anonadado.
-No... -fue lo único que acertó a decir.
Maite no permitió que siguiera hablando porque lo último que quería oír era que no debía enamorarse de él porque él no estaba enamorado de ella.
Aquello era lo último que quería que ocurriera.
Era obvio que William estaba horrorizado ante la posibilidad de que se hubiera enamorado de él, así que Maite se obligó a controlarse e incluso consiguió sonreír levemente.
-Menos mal que no cumplí la promesa -improvisó con voz trémula-. Porque el amor no tiene nada que ver con nuestra relación... ¿verdad?
-No, nada -contestó William.
No había reaccionado aún.
Estaba horrorizado.
Maite se dio cuenta de que lo suyo era única y exclusivamente sexo y que William tenía muy claro que jamás se casaría con ella.
Sí, la deseaba e incluso, a lo mejor, le tenía afecto a su manera, pero no la amaba. Por mucho que ella lo quisiera, el sentimiento no era recíproco y tenía que aceptarlo.
-¿Entiendes ahora por qué no quiero que me compres un anillo? Sería tirar el dinero.
-Tengo mucho dinero y no me importa tirarlo -contestó William.

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