Re: WEB NOVELA LEVYRRONI "El Marido Ideal" DE Gayle WILSON

por EsperanzaLR Jue Jul 14, 2016 1:53 pm

SuenoLR escribió:
Sique mi Kat

Ahora sigo mi Tonia

por EsperanzaLR Jue Jul 14, 2016 1:56 pm

Joanita escribió:Siguelaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!!!

Ahora sigo Joanita

por EsperanzaLR Jue Jul 14, 2016 1:57 pm

asturabril escribió:SIGUE MI KAT

Ahora sigo mi Abril I love you

por EsperanzaLR Jue Jul 14, 2016 2:02 pm

—Pretendiera lo que pretendiese, ha causado un daño irreparable y espero que se
disculpe ante el general Mayfield inmediatamente. Envíeme una nota cuando haya
puesto fin a esta tontería.
Travener pareció considerar su orden durante un instante.
—No puedo hacerlo —dijo—. No en este punto. Es demasiado tarde para
retroceder. Me tacharían de cobarde y la señorita Darlington quedaría…
—Ya le he dicho antes que usted no es responsable de la señorita Darlington. No
está prometido a ella, ni es miembro de su familia y desde luego, no es su tutor. Ésas
son las únicas condiciones que le permitirían actuar en su nombre. Y aun en el caso
de que fuese usted…
—Pero ésa es precisamente la razón de que hiciera lo que hice.
—¿Qué razón? ¿Qué razón ha podido tener para interferir en una situación en la
que no tenía nada que ver?
—Puedo comprender su reticencia a la hora de defender a su protegida, mayor
Sinclair, teniendo en cuenta el sufrimiento que le ha infligido su propio padre. Sin
embargo, le ruego que no permita que sus sentimientos personales se interpongan a
la necesaria defensa de su honor.
El silencio se hizo denso e incómodo.
—Perdóneme —dijo William, muy controlado—. Me he equivocado con usted. Es un
estúpido y por lo tanto, voy a ponérselo tan fácil que incluso usted lo comprenderá.
Preséntele sus excusas al general Mayfield en el plazo de una hora, o recibirá la visita
de mi padrino.
Travener no pestañeó ante la amenaza y no hizo promesa alguna. Al final, dio
media vuelta y se acercó a la puerta. Cuando estaba a punto de salir, William añadió:
—Hágalo, Travener, o le juro ante Dios que nunca volverá a verla. Y como tutor
legal de Maite, le aseguro que es una promesa que sí está en mi mano hacer.
El aspecto más sorprendente del fiasco de aquella mañana era que, tras su
entrevista con Travener, Ian había descubierto que le gustaría hablar de aquella
situación con Daré. Se podía imaginar fácilmente su reacción.
A pesar de las amenazas que le había vertido a Doyle Travener, era consciente de
que bien poco podía hacer si Maite decidía aceptar su protección. O si decidía
aceptarlo como futuro marido.
Al fin y al cabo, aunque aquel estúpido bastardo lo estaba haciendo todo del revés,
al menos estaba haciendo algo. Lo cual era menos de lo que él podía decir.
—Williams me ha dicho que el señor Travener ha venido a verte.
Se volvió al oír su voz y al verla en la puerta, su reacción física lo obligó a reconocer
que ante ella carecía de control sobre sí mismo.
Era evidente que no había dormido. Tenía los ojos hinchados por haber llorado,
aunque sus facciones daban el aspecto de una perfecta compostura. No dijo nada

por EsperanzaLR Jue Jul 14, 2016 2:04 pm

durante un momento, durante el que lo examinó con la misma intensidad que él a
ella.
—Supongo que no ha sido una visita de cortesía —añadió al final—. En ese caso, no
lamento no haber estado presente. Sobre todo porque ya he recibido una visita de tu
madrina esta mañana y al parecer tú también. Según me han dicho, has recibido a
toda una corte de visitas y todas ellas por culpa mía, me temo. Lo siento. También me
he disculpado con lady Laúd. Me temo que no pensé en las implicaciones de
marcharme del baile con el señor Travener.
—No eras tú quien debía pensar en eso —contestó.
—Dudo que Elizabeth estuviera de acuerdo contigo. Ni yo tampoco lo estoy. Y
puesto que, según lady Laúd, mi reputación ya está arruinada, he venido a… a darte
las gracias por tu amabilidad… y a despedirme.
—¿Despedirte? —repitió.
No se esperaba algo así.
—Los dos hemos sabido desde el principio que yo era demasiado mayor para ser tu
protegida y ahora que sé la verdad de tu relación con mi padre, creo que no hay
razón alguna para continuar con esta farsa.
—Independientemente de lo que tú pienses, te aseguro que los tribunales no
considerarían mi tutoría una farsa.
Aquella peculiaridad legal era una parte de aquella situación en la que no había
caído en pensar durante toda la noche en que había preparado lo que iba a decirle.
Pero no se alteró.
—Me satisface que seas tú quien controle mis finanzas —dijo— ya que son, como tú
bien sabes, inexistentes. Creo que eso es todo lo que le preocuparía al tribunal. Y
puesto que ya no puedo continuar en Londres…
—No tienes por qué marcharte de Londres.
—Podría darte cientos de razones. Sólo tendrías que pedir la lista de invitados al
baile de lady Marling de anoche.
—Todo se olvidará en cuestión de días. O al menos se verá reemplazado por el
próximo…
—¿Escándalo? —concluyó ella al verlo dudar—. Seamos sinceros. Lady Laúd ha
sido muy clara y ojalá lo hubieses sido tú también desde un principio. Podría haber
estado más preparada para oír hablar en público del comportamiento de mi padre.
—Tú no eres responsable de las acciones de tu padre.
—Puede que no, pero seré juzgada por ellas.
—No seré yo quien lo haga.
Ella sonrió.
—De hecho, me resulta incluso reconfortante pensar que no es el caso.
—Lo que hizo tu padre no tiene nada que ver con…

por EsperanzaLR Jue Jul 14, 2016 2:10 pm

De nuevo dudó y en aquella ocasión no pudo terminar la frase. Porque lo que había
hecho su padre tenía mucho que ver, por supuesto, con su negativa a aceptar lo que
ella le había ofrecido.
Y eso sí que era algo que jamás iba a decirle. Afortunadamente había muy pocas
personas que conociesen la verdad de la magnitud de sus heridas, de modo que ella
nunca sabría la verdadera razón por la que se había negado a sí mismo un don por el
que habría dado su vida, o lo que quedase de ella.
—Gracias por no completar la frase —contestó ella—. No me gustaría nada
marcharme dejando una mentira en el aire entre nosotros.
Un corazón abierto y galante. Ya le había dicho una mentira creyendo poner fin así
a lo que sentía por él, pero no iba a decirle otra, sobre todo cuando la verdad serviría
igual.
—Travener quiere casarse contigo —dijo.
—Dejaré que seas tú quien le diga que no.
—Habrá otros hombres que…
—Créeme: yo no quiero a ningún otro. Lo mismo que no quiero al señor Travener.
Me moriría de aburrimiento en el primer desayuno juntos. Me temo que ninguno de
ellos podría competir con Fenton —sonrió—. Sabañones, purés de avena, narices
llenas de mocos y bajos que coser.
—Tú querías tener hijos propios.
Se lo había dicho ella misma y en sus ojos había visto hasta qué punto lo deseaba.
—Yo quería tener tus hijos —lo corrigió con suavidad—. ¿Me los darías?
Durante un momento, ninguno de los dos se movió, sino que siguieron mirándose,
cada uno a un lado de la biblioteca.
Después, muy despacio, William Sinclair movió la cabeza de un lado al otro. Hubo sólo
un movimiento, pero bastó para romper el encantamiento.
Maite Darlington se volvió y salió, dejándolo solo con el recuerdo de lo que había

por Joanita Jue Jul 14, 2016 5:12 pm

Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!

por asturabril Jue Jul 14, 2016 6:52 pm

por Joanita Vie Jul 15, 2016 9:55 am

Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!

por EsperanzaLR Vie Jul 15, 2016 1:55 pm

Mis lindas lectores tengo un problema con el archivo de novela traera seguira manana Gracias

por SuenoLR Sáb Jul 16, 2016 12:31 am

Ok mi Kat esperamos

por Joanita Sáb Jul 16, 2016 5:02 pm

Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!!

por Joanita Dom Jul 17, 2016 2:14 pm

Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!!

por Joanita Lun Jul 18, 2016 1:22 pm

Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!

Por favor que William no la deje ir embora..........Que le diga que la ama............

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:28 pm

asturabril escribió:

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:28 pm

SuenoLR escribió:
Ok mi Kat esperamos

Ahora sigo mi Tonia

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:32 pm

Joanita escribió:Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!

Por favor que William no la deje ir embora..........Que le diga que la ama............

Ahora sigo Joanita

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:34 pm

Capítulo 13
—Esto ya ha ido demasiado lejos —dijo William—. Fueran cuales fuesen sus motivos
cuando comenzó…
—Mis motivos eran y siguen siendo exactamente los mismos.
Doyle Travener no miró a Ian al hablar, sino que continuó con la mirada fija en las
pistolas que su primo estaba preparando para el duelo.
—Defender el honor de la señorita Darlington —dijo William con sarcasmo.
—Desde luego. Alguien tiene que hacerlo.
A pesar de la seriedad de aquella entrevista aún antes de amanecer, William tuvo que
contener las ganas de reír ante las tonterías con que Travener había contestado a
todas sus objeciones. A cada minuto que pasaba, la hora del duelo quedaba más
cerca y estaba empezando a perder la paciencia.
—La señorita Darlington se ha marchado de Londres… —intentó explicarle una vez
más.
—Empujada por esos chacales aulladores y que se dedican a sembrar rumores.
William no quiso recordarle a Travener que era precisamente su insistencia en aquel
ridículo duelo lo que estaba alimentando esos rumores. Estaba convencido de que la
acusación del general no habría pasado de ser un comentario pasajero sin la reacción
de Travener.
—Se ha marchado porque quería volver a su puesto en Fenton.
—¿De verdad lo cree así? —preguntó Travener, mirándolo por fin.
No, claro que no. Sabía que no era el escándalo o el miedo lo que la había empujado
a marcharse de Londres. La revelación del general había precipitado su marcha
quizás, pero no había tenido nada que ver con su decisión ultima de marcharse. Su
mentira acerca de sus sentimientos por ella era la única responsable. Pero también
sabía que aquella separación, por dolorosa que fuera, era lo mejor para ambos.
—Debería sentirme mejor si pensara que se cree usted esa disculpa —continuó
Travener—. Sé que un hombre puede cambiar y usted ha tenido que sufrir tanto que
quizás… —hizo una pausa y afortunadamente no terminó de dar la explicación de la
razón que él creía empujaba a Ian a su falta de acción—. Aun así, jamás habría
pensado que alguien como usted, alguien a quien llevo tanto tiempo admirando,
podría permanecer indiferente al sufrimiento de la señorita Darlington. Por muchos
pecados que cometiera su padre…
—No he venido aquí para hablar de los pecados de Darlington, o de lo que yo
pueda sentir al respecto, cosa que, dicho sea de paso, no es asunto suyo. He venido
aquí a decirle que usted no tiene derecho alguno a actuar en nombre de la señorita
Darlington.
—¿Está seguro de eso? —preguntó Doyle, desafiándolo con la mirada.
—Absolutamente. La propia señorita Darlington me lo ha confirmado.

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:37 pm

—¿No entiende que es sólo un intento de protegerme?
—¿Cómo dice?
El tono de Ian indicaba claramente lo absurda que le parecía aquella explicación,
pero se había dado cuenta poco después de llegar que intentar razonar con Doyle
Travener era absurdo. Y la conversación iba tornándose más absurda a cada minuto
que pasaba. Claro que, bien mirado, también lo era el hecho de que él estuviese allí
antes de amanecer para intentar una vez más convencer a aquel idiota de que se
encontrase con el padre de Arthur Mayfield en el llamado campo del honor.
—Maite… —comenzó, pero rápidamente se corrigió—. La señorita Darlington cree
que por el comportamiento de su padre ella no es digna del amor de un hombre
honorable y mucho menos de un matrimonio. Estoy seguro de que ambos estaremos
de acuerdo en que tiene derecho a las dos cosas, independientemente de lo que
hiciera el coronel Darlington y no se me ocurre mejor modo que este duelo de
convencerla de que soy totalmente sincero en mi deseo de casarme con ella, a pesar
del escándalo de su padre.
—¿Y no se le ha ocurrido nada mejor que desafiar a un hombre mayor y enfermo?
—El general Mayfield nunca debería haber tratado a la señorita Darlington de un
modo tan despreciable.
—¿Y por eso debe morir? ¿Porque la acción de Darlington lo tiene amargado al
extremo… una acción que, le recuerdo, costó la vida de su único hijo?
—No voy a matarlo, se lo prometo —contestó Travener—.Yo también soy un buen
tirador.
—En ese caso supongo que espera que Mayfield no lo sea.
Sus ojos azules brillaron y sonrió.
—Desde luego. Confieso que la posibilidad de que me disparen no me entusiasma,
pero aunque carezco de las condecoraciones que usted ha recibido, no soy un
cobarde. Y si puedo convencer a la señorita Darlington de que estoy dispuesto a
hacer cualquier sacrificio por ella…
—Una bala en el corazón me parece un sacrificio demasiado permanente para
demostrar la profundidad de sus sentimientos.
Travener se rió y a pesar de su exasperación, William sintió ganas de sonreír ante la
declaración tan apasionadamente romántica del joven. Porque era obvio que, fuera
cual fuese su edad, Travener seguía siendo un muchacho, parecido a aquéllos que
sirvieron a sus órdenes.
—No llegaremos a eso —dijo Doyle—. ¿Qué le hace estar tan seguro de que
Mayfield no se dará cuenta de que fue él quien se equivocó y no se presentará?
—El hecho de que conocí a su hijo, supongo. Exaltado y de gatillo fácil. Imagino
que heredó esas cualidades de su padre.
—Él le gustaba, ¿no?
—Desde luego.

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:42 pm

Travener asintió.
—No voy a herir a su padre —prometió—. Este es un acto simbólico, como suelen
ser la mayoría de cuestiones de honor en estos días. Sería usted bien venido si
desease acompañarnos. De hecho, me sentiría muy honrado si me acompañase.
Por propia experiencia, William sabía que si alguien le apuntaba a uno con una pistola
cargada, la situación no podía considerarse simbólica. Desde luego, había recibido
muchos más tiros que aquel pisaverde, lo cual le ayudaba a poner cosas como la vida
y la muerte en su debida perspectiva.
Levantó la mirada y se encontró con los ojos del primo de Travener fijos en él, pero
el hombre, al darse cuenta de que William lo había pillado observándolo, bajó la mirada
de nuevo a las pistolas, acurrucadas como amantes en su caja. Aquéllas serían las de
reserva. Mayfield, siendo el desafiado, llevaría las suyas propias.
—¿Ha sabido algo de ella? —preguntó Travener.
William se encontró de pronto, en contra de su voluntad, pasando revista a las vistas,
olores y sonidos de Fenton. El viaje mental había sido instantáneo y su efecto muy
intenso.
La imagen de Maite como la vio por primera vez, poco más que una niña de colegio,
se le apareció ante los ojos. Y se dio cuenta, por primera vez también, de lo mucho
que había cambiado en aquellos últimos meses.
La diferencia era algo más que la capa de sofisticación y confianza que la tutoría de
Elizabeth le había proporcionado. Cuando la conoció, Maite era sólo una niña. Pero
ahora se había convertido claramente en una mujer. Una mujer que decía estar
enamorada de él.
En los dos días que habían pasado desde su marcha, había descubierto que su
resolución de rechazar ese amor no era lo bastante fuerte para impedirle pensar en
ella, ni para dejar de imaginársela al cuidado de niños que no serían los suyos. La
distancia física que había interpuesto entre ellos volviendo a Fenton no era suficiente.
—Sé que está haciendo lo que quiere hacer —dijo—.Y sé que siempre ha sido feliz
allí.
—¿Feliz cuidando de los hijos de otros? —preguntó Travener, ahondando en una
herida fresca aún—. Una mujer como la señorita Darlington no ha sido creada para
eso y los dos lo sabemos, creo yo.
Sabañones, purés y limpiar narices. ¿Podía ser eso mejor para Maite Darlington que
criar a los hijos que él podía darle? Desde luego no para él.
«Me moriría de aburrimiento en el primer desayuno juntos».Y considerando los minutos
que él mismo había pasado aquella mañana con Travener, se dio cuenta de que tenía
razón.
Los celos dejaron paso a un placer que desearía compartir con ella. Seguro que
Maite apreciaría un relato de los descubrimientos que había hecho sobre el carácter
del señor Travener.
—Es lo que ella desea —insistió William.

por EsperanzaLR Lun Jul 18, 2016 2:44 pm

—Perdóneme si estoy en desacuerdo —contestó Travener—. Es lo que ella cree
merecer, pero yo pretendo sacarla de su error.
—Y cree que este… duelo simbólico va a conseguirlo.
—Ya veremos —contestó él, cerrando la tapa de la caja de las pistolas—. Mi
invitación sigue abierta, mayor Sinclair. Si me acompaña, podrá ver por sí mismo que
todo se hace debidamente. Puede que así se quede más tranquilo.
Llegaron a la alameda antes que el oponente de Travener. A pesar de la estación, la
oscuridad del amanecer resultaba lo bastante fría como para que se dibujasen en el
aire las nubes de la respiración de los caballos. Incluso había una capa de hielo
brillando en el borde del charco que había en el centro del claro.
Nadie habló, cada uno perdido en sus propios pensamientos mientras avanzaban
los segundos. Y sólo cuando el sonido de un carruaje al acercarse rompió la quietud,
se movieron.
El médico al que habían recogido de camino abandonó de mala gana el calor del
coche de Travener y se acercó a ellos, e Ian se preguntó a cuántos duelos habría
asistido y cuántos de ellos habrían terminado necesitando sus servicios.
Teniendo en cuenta la falta de pasión de Travener para cualquier cosa que no fuera
convencer a Anne de que se casara con él, era lo más probable que aquel
enfrentamiento terminase como el ex soldado predecía ya que no era de esperar que
en los días transcurridos desde el baile el general hubiese llegado a lamentar su
condena pública de la hija de Darlington.
Un caballero no trataba a una dama del modo que Mayfield había tratado a Maite y
nada de lo que Ian sabía del padre de Arthur indicaba que no fuese un caballero,
además de un hombre de honor, de modo que ojalá ocurriera lo que Travener había
sugerido y el hombre decidiese no presentarse al duelo y poner fin a aquella locura.
Pero cuando lo vio bajarse del carruaje ayudado por otro caballero, lo encontró tan
pálido y exiguo como los rayos del sol que asomaban por el horizonte. Usando un
bastón, avanzó despacio y con cuidado hacia el grupo que lo esperaba. Iba
acompañado de dos hombres poco más o menos de su edad, pero Ian no reconoció a
ninguno de ellos.
Al acercarse vio que el general lo miraba, como si intentase situarlo. Habían sido
presentados hacía mucho tiempo, pero era muy difícil que lo reconociera ya que él
sería la última persona que el general esperaría encontrar allí junto a Travener. Y de
pronto deseó estar en cualquier otra parte.
—General Mayfield —lo saludó Travener, inclinándose ante él.
Aquellos ojos negros abandonaron el rostro de William para considerar el de Travener y
no se molestó en devolver el saludo antes de volverse de nuevo a Ian.
—¿Sinclair? —preguntó, incrédulo.
—William Sinclair, general Mayfield.

por SuenoLR Mar Jul 19, 2016 2:25 am

Sique mi Kat

por Joanita Mar Jul 19, 2016 5:30 am

Siguelaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!!!

por Joanita Mar Jul 19, 2016 11:02 am

Siguelaaaaaaaaaaaaaa por favor! !!!!!!!

por EsperanzaLR Mar Jul 19, 2016 1:10 pm

SuenoLR escribió:
Sique mi Kat

Ahora sigo mi Tonia

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